martes, 26 de julio de 2011

LAS ESPAÑOLAS Y LAS MEXICANAS, PARTE 2



En la primera parte de este tema, empecé con el exterior de la chica Española, para ir profundizando en el carácter y en la interacción con su ambiente. Culminaré con los aspectos sociales más complejos.


LIDERAZGO


Las mujeres tienen dos maneras de influir en las decisiones: tomando las riendas de la situación o tomando las riendas de la situación pero haciéndote sentir que tú las has tomado.


En general, la chica madrileña pertenece al grupo de las primeras. Siempre que puedan, les gusta dirigir el barco, personalmente me cuesta seguirles el paso. Esto no quiere decir que ellas no permitan ser dirigidas, pero al primer indicio de vacilación, toman las riendas. Tienen un liderazgo y una personalidad fuerte.


La chica mexicana suele ser más sutil en este aspecto. Procura trabajar con la democracia y el encanto para dirigir las cosas a su antojo.


Seguramente lo anterior tiene que ver con la figura del hombre en ambas sociedades. En España las chicas están a la defensiva con el asunto del machismo, parece que procuran derribarlo de un solo tajo; y en México no es un tema que moleste la conciencia de los jóvenes; pero se intenta erradicar poco a poco.


COMPETITIVIDAD


Las mujeres se han abierto paso en el mundo. Cada vez más se reconoce su importancia y sus capacidades en el trabajo. Una de mis bromas favoritas en Madrid es decir que una chica es mala en algo, solo por el hecho de ser mujer; es la broma infalible.


En México decir algo así también genera controversia, pero con menor furor.


LIBERTAD


Circunstancias como la seguridad en la calle, el respeto de parte de los hombres y el transporte público tan eficiente, hacen que las mujeres en Madrid tenga más libertad de desplazamiento y de horarios. Una sociedad abierta y menos estricta que la mexicana, también influye en esto.


La chica mexicana no puede caminar sola de las 11 de la noche en adelante, tampoco es muy recomendable ir en autobús. El taxi sería la opción más segura.


Esta libertad se refleja en el trato del día a día, las españolas son más abiertas y confiadas; el ambiente lo permite.


CONCLUSIONES


Las españolas cuenta con un "hábitat" idóneo para su desarrollo profesional y personal; la ideología que han construidos los países vecinos ha llegado rápidamente para ser abrazada después de un franquismo asfixiante. Aunque a mi parecer, y sólo a mi parecer, no todas las chicas pueden controlar esta libertad que gozan y la convierten en una trinchera innecesaria.


Las mexicanas tienen lo tienen más difícil, pero aún así se las arreglan para hacerse un sitio más definido.


En el avión que tomé en México y que me trajo a España, conocí a una chica de Málaga; fue mi primera amiga española, ni si quiera había despegado el avión y ya estábamos hablando con soltura; esa también fue mi primera impresión que resultaría ser la constante en Madrid. No era la primera vez que ella viajaba a México, lo había hecho en varias ocasiones para visitar a sus amigos y tenía planes de trabajar allí. En el verano pasado conocí a otra española que había vivido casi un año en la ciudad de México y estaba encantada de la experiencia.


Un par de amigas mexicanas que vinieron a estudiar las veo muy a gusto, seguro que parte de todo es sentirse más seguras que en México.


Con estas experiencias que chocan entre sí, yo no entiendo nada. Lo cual confirma el dicho: "A las mujeres no hay que entenderlas, solo quererlas".



martes, 19 de julio de 2011

ACTITUD REVELADA

Después de casi dos años tratando de entender una de las actitudes que más identifica a un español (a mi parecer), ayer lo logré por fin.


Las pocas veces que intenté explicarlo me frustraba porque tenía que limitarme a dar ejemplos, ya que no lo podía describir. El ejemplo sería algo así:


Con un Tono casual, le digo a otra persona: "No sabía que te gustaba la mostaza".


Y me respondía como si le hubiera dicho que era malo que no le gustara: "¡Pues claro! sí, sí; me gusta." (Puede ser en tono amable, o a la defensiva).


Vale… leerlo no es como escucharlo; algo así es a lo que me enfrento cuando quiero explicarlo.


Hace unos días descubrí un podcast sobre historia universal (se llama índice, es mexicano y puedes encontrarlo en la página de www.dixo.com). Y ayer escuché dos capítulos que le dedicaron a la influencia de España sobre México, y allí fue donde me dieron la clave para saber cómo describir la actitud del diálogo de arriba.


Hablaban sobre la forma de ser heredada que surgió de un pueblo conquistado, y cómo eso impactó en la mentalidad del pueblo mexicano. Dieron un ejemplo que te lo explico, amplío y contextualizo a continuación:


En México, cuando somos niños nos enseñan a responder con un "mande" cuando un adulto nos llama. Ni se te ocurra responder un "¿Qué?" porque vendrá un fuerte regaño. El "mande" indica servilismo, un amo es el que manda; los conductores del podcast decían que esta actitud es una de tantas herencia que aparece cuando los pueblos indígenas y sus respectivas mezclas, estaba subyugados por España después de la conquista y que ya forma parte de nuestra idiosincracia. También por eso las culturas latinoamericanas somos reconocidas por la calidez como anfitriones, por la actitud de servicio que se pudo haberse transmitido ya como parte del "ADN cultural". También se nos da mucho el decir "perdón" más seguido de lo que lo escucho en Madrid.


A estas alturas quiero señalar que no estoy seguro si aquí acostumbran eso del "mande", al menos no recuerdo haberlo escuchado y los del podcast afirmaron que es así.


Entonces pensé: "Si en México arrastramos actitud de servicial, entonces puede ser que España arrastre la actitud de …." Entonces me interrumpí a mi mismo y lo entendí. Ya sabía cómo describir a esa actitud que tanto me costaba entender: "En Madrid, la gente actúa como si fueran los jefes de todos". Los adultos y viejitos son los reyes de esta actitud, pero los jóvenes aprenden poco a poco.


Cuando digo "jefes", me refiero a ese tipo de jefe que nunca pierde, a ese al que si le señalas que está mal, no le da vergüenza dar una excusa tonta para decirte que en realidad está en lo correcto.


También ese jefe que sientes que te regaña hasta cuando aciertas, ya que el acertar, no es más que cumplir mediocremente con tu responsabilidad.


Como te conté hace un par de post, no es que se vean a sí mismos como jefes, sino que es lo que conforma el "ADN cultural" del español. También eso podría explicar el tema de la seguridad que proyectan al decir algo, aunque no estén tan seguros; también puede explicar aquello de los debates y discusiones frecuentes. De pronto todo tiene sentido.


Algunos tienen esta costumbre muy a flor de piel y son pocos los que no la tienen. Incluso hay algunos la manifiestan de forma amable y tranquila; pero está ahí. Es difícil de explicar, es como si fueran jefes buenos y amables, pero al final, jefes.


No soy sociólogo ni nada, no puedo meter las manos al fuego por esta teoría sin mucho fundamento; pero me parece una buena explicación.


De cualquier manera, no es mi intención explicar las razones históricas, ni exponer una actitud; solo expresar que me quito un peso de los hombros al poder darle nombre a la "Actitud de Jefe".



martes, 12 de julio de 2011

LAS ESPAÑOLAS Y LAS MEXICANAS, PARTE 1


No es la primera vez que hablo de las españolas y de la buena impresión que han dejado en mi. Te he contado una que otra cosa, pero en este post hablaré plena y detalladamente de ellas.


El tema me lo sugirió Laura, una compañera de clases. Me dijo que escribiera sobre las diferencia entre las chicas de México y las de España; pero aunque comparar no es justo, cualquier opinión que emita, siempre tendrá como base la comparación, porque de algún punto tengo que partir para medir.


Por su puesto que voy a generalizar, hablaré de lo que creo que conforma una mayoría y resaltaré las diferencias más grandes, dejando aun lado los puntos en común o los que no tienen mucha relevancia.


LA VESTIMENTA


Las mexicanas tienen una limitación muy grande a la hora de vestir: Nosotros los hombres.


Ya he mencionado que los latinoamericanos nos tomamos muy enserio lo de "sangre caliente"; por lo tanto, si las chicas no quieren ser acosadas, tienen que vestir más recatado y más cubiertas de lo que puede vestir una española promedio.


Claro que las chicas de España visten más bonito y más sexy; aquí las respetan mucho. Me sorprenden la confianza que pueden llegar a tener gracias a la ausencia de mirones y pervertidos.


Por lo demás, la misma ropa que puedes ver en los escaparates de Madrid, la puedes ver en las tiendas de México. Pero es verdad que la fisionomía entre la mexicana y la española promedio presenta diferencias, y eso nos lleva al siguiente punto:


BELLEZA


Aunque la miss universo actual es mexicana, no es una representante de la mayoría; y en este aspecto me han impresionado las españolas.


Es cosa de genes, las niñas aquí nacen lindas en mayor número que en México. Por ejemplo, el que una chica tenga piernas bonitas es lo común en España.


Por otro lado, la belleza mexicana es muy especial, es más "cálida" que la belleza española. Pero esto es solo mi opinión.


Lo que me impresiona como mexicano, es que, al haber tantas mujeres bonitas; no se sienten "la última coca cola del desierto"; y puedes hablar con ellas sin tantas barreras como tendrías con una mujer mexicana bonita, y de aquí parte el siguiente punto:


SOCIABILIDAD


Sí, las españolas son muy buena onda, son abiertas a conocer nuevas personas y ponen de su parte para entablar una conversación. Si eres hombre y no tienes muchas amigas, es que realmente eres un perdedor.


Pero esta cualidad tiene doble filo para mi cultura latina; y es que (acostumbrados a que las mujeres sean un poco más reservadas en México) es fácil pensar que estás ligando cuando no es así.


Tengo amigas que si las llevara al contexto de Mérida, hubiera sido muy difícil hacer una amistad por lo inaccesibles que serían.


La parte social me lleva directamente al siguiente punto:


EL NOVIAZGO


… bueno… no tengo nada que opinar porque no he tenido una novia española TT_TT pero de todas maneras he hecho mi tarea de sondear un poco el tema:


En España no tienen la costumbre de iniciar un noviazgo de la forma en la que lo hacemos en México (y supongo que en toda latinoamérica). Aquí no hay eso de declararse a la chica y luego hacer la petición de manera formal y lo más romántico que tu imaginación y los nervios te lo permitan. Aquí, una vez que la amistad ha llegado a esa intensidad, podrías usar una frase genérica como esta: "Bueno, creo que ya somos novios ¿No?". Si hay una frase más representativa, escríbemela en los comentarios. Por supuesto que a las chicas les gustaría iniciar un noviazgo como acostumbramos nosotros, pero bueno… así son las cosas.


El asunto es que, con nuestro método americano ( del continente ¬¬ ), creo que ganaríamos muchos puntos al momento de querer iniciar una relación. Claro que para llegar a esas alturas tuviste que haber hecho todo lo otro que ya conoces, pero el camino no está cerrado; no hay barreras extras que las normales que existen en un caso cualquiera.


La próxima semana seguiré con este tema. Estoy a punto de concluir mis estudios, y por lo tanto, mi razón de estar en Madrid; por consiguiente, el blog también llegará a su fin en breve. Ambas cosas me dan nostalgia, así que no dejes de visitarme cada martes y comentar algo. Aunque sea saluda o algo así.


martes, 5 de julio de 2011

LAS CONVERSACIONES 2


Continuando con el tema de la semana pasada, quiero hablarte sobre una característica muy notable del hablar madrileño:


LA DISCUSIÓN POR DIVERSIÓN


En un principio, las conversaciones me causaron problemas por el acento. Era difícil terminar de exponer una idea cuando a la mitad de la frase alguien se reía o imitaba mi acento a la española (Esto de la imitación será otro tema del que hablaré en el futuro).


Luego que la barrera del asento quedó superada, venía el contenido; y de esto se trata este post.


En un starbucks le expresaba a Anaí (una amiga de la iglesia) que es notable cómo la gente está interesada en proyectar seguridad y dominio de la situación en todo momento. Por su puesto es un rasgo que si eres español no notarás, porque has crecido con esta influencia, pero está ahí. Anaí (que es de aquí) me dijo que podría ser algo que se incentiva desde la infancia. Éste es otro rasgo que me gustaría adoptar de Madrid.


Pero una cosa es proyectarte seguro de ti mismo, y otra es defender lo indefendible. Hace más de un año te conté como tenía una compañera con la que me divertía diciéndole algo aleatorio solo para ver cómo me lo contradecía. En otras ocasiones miré cuantas frases podía decir sin que alguien me dijera: "No, pero…"; no pasé de 2. Un ejemplo claro es cuando digo:


- Que bueno está el clima.


En casi todos los casos la otra persona responde:


- No, que va, está muy: (escoge una) "frío, caliente, nublado, lluvioso, seco, contaminado, con polen, frío por las mañanas y caliente en las tardes".


Al final, cambié la frase a: "Me gusta este clima frío". frase que tampoco resultó porque la respuesta automática era: "Y esto no es nada, ya verás en diciembre o enero"; cosa que no importó porque mi termostato corporal está desfasado, y siempre tengo más calor que el resto de la humanidad, así que el clima de 6 grados como máxima me gustaba también.


Por último, quejarme del calor era la única manera de no recibir negativas. Pero el tema de las quejas es otro, sigamos con el de las discusiones.


Ahora entiendo que el debate es una forma de socializar. En mi cultura, debatir todo el tiempo puede ser tomado como agresión, desafío, necedad; en Madrid es una forma de continuar una conversación. En esta dinámica del día a día, he visto varias vertientes que se salen de las manos de quienes participan:


- No me queda claro cuándo es en serio y cuándo no. De repente alguien llega a defender lo indefendible con argumentos muy absurdos; incluso se apasionan y convierte una discusión en una pelea. Es algo que te hace pensar ¿En serio estás a favor de eso, o solo quieres llevar la contra por costumbre?


- Otro resultado de la discusión por diversión es que parece no haber reglas para generalizar y para ser específico. O tal vez el tomar el argumento de "pero no puedes generalizar" se convierte en un comodín fácil para salir a la contra de cualquier cosa. En el día a día, el generalizar se suele usar como figura retórica (hipérbole) (http://es.wikipedia.org/wiki/Hipérbole); ya que en realidad siempre hay una excepción… y aquí es cuando alguien dice: "¡No siempre, no puedes generalizar!"


- Otras personas discuten solo para ser "radicales-originales". Seguro conoces gente así, son aquellos que te dicen que no sabes nada de música porque no escuchas el género que a ellos les gusta (generalmente rock y metal). Son las personas que no les gusta una película solo porque a todo el mundo le gustó. Son como "neo-hippies sin causa".


- Están los que no pasan de un punto y aunque el tema ya dio uno o dos giros de su camino original, la persona piensa que todos siguen hablando del tema inicial. Y de repente se ven discutiendo sobre algo que ya ni viene al caso, y por más que lo quieren encausar en el nuevo tema, no quiere salir de su trinchera obsoleta.


- La última situación es un poco extraña, no la comprendo muy bien; sucede cuando hay dos personas tratando de llegar a una conclusión; en un punto cada quien comienza a hablar de una cosa distinta; pero ambos creen que están hablando de lo mismo. No sé que lo detone, ni a que se deba; pero lo puedo ver con frecuencia.


Cuando recién llegué a España, quería defender mis ideas a capa y espada, luego vi que no tenía sentido y que las ofensivas no eran algo personal; sino cultural. Sigo pensando que no es una costumbre recomendable, pero tan solo soy un inquilino en Madrid; solo veo, aprendo y escribo.