martes, 18 de diciembre de 2012

EL EUROPEO VS EL MEXICANO




"La diferencia entre un español y un mexicano no es el dinero, es lo naco que somos." David Park.

un año y un mes ha pasado desde mi regreso de Europa y siento como si fuesen años. En estos meses me he asentado de nuevo en mi ciudad, con mi familia y amigos, pero todo estaba distinto a como lo dejé cuando me fui por dos años. El mayor reto fue adaptarme a la nueva realidad que todos entendían menos yo que traía el lastre del recuerdo congelado del pasado; es decir, para mi no había pasado el tiempo en Mérida; en mi psique, de un día a otro, todo cambió. Esperaba encontrar todo más o menos como lo dejé y resulta que está hecho un tiradero y sigue siendo un tiradero… y ¿Sabes una cosa? Durante este año he intentado levantarlo, pero ya no, que lo levanten los que lo tiraron y que lo sufran los que lo causaron. 

De repente llegué y ya no tenía algunos amigos, también resulta que tengo amigos nuevos sorpresivamente. Ahora tengo que adaptarme a no tener gato ni automóvil; el clima era peor de lo que recordaba. Tengo que reconocer que la gente cambia y otros se mudan; también otros llegan a integrarse a mi círculo familiar… en fin, fue como despertar en otra dimensión, en "tierra dos" si eres fan de los cómics de DC. 

También yo he cambiado, no soy el mismo wey que se fue en el 2009. Los años, el claustro de mi realidad meridana (que fueron 2 años de alivio en Madrid) y ver el mundo europeo y recorrer un poco de él… pues sí ayudan un poquito a cualquiera que quiera ser ayudado. 

Pero divago. En realidad divago voluntariamente porque necesito escribir de esos temas, pero ya iré al punto. 

Una conclusión adelantada: "Que nacos somos"

Es la verdad, soy mexicano hasta los huesos…. bueno, en realidad soy mexicano-coreano hasta los huesos, y quiero mi tierra y al llegar al aeropuerto de la ciudad de México mi corazón dio un suspiro y un par de latidos de gozo al respirar aire mexicano; pero somos nacos, es la verdad.

Lo primero que veo al llegar es a un policía en el aeropuerto al que otra persona le hace una pregunta y, con voz altanera y acento naco (si no eres de México no puedo ayudarte a saber cómo suena, son limitaciones de la lengua escrita), el policía le da una respuesta grosera. Lo primero que pensé: "Cochino policía naco, se ve que ya llegué a mi país"

Es un hecho que no soy bueno explicando las cosas, me va mejor escribiendo que hablando; en parte por eso me cuesta explicar cómo es el primer mundo europeo en comparación de México y EU. Después de contarle a mis amigos (con gusto) la misma historia de cómo es España, ya me aprendí mi diálogo y concluyo diciendo: "No es que tengan más dinero que nosotros, es más, diría que nosotros tenemos más, pero ellos no son nacos".

Y esa es la clave. Cuando llegué en el 2009 a Madrid, las cosas todavía no estaban económicamente tan mal como ahora; pero ya estaban mal. La gente ya estaba muy preocupada por el futuro, las conversaciones giraban en torno al escaso trabajo; ir a burger king no era tan fácil como en México es ir también a Burger King, de hecho… si eres mexicano piensa ¿Hace cuanto que no vas a Burger King? Te aseguro que tus visitas son esporádicas y no está en tu top 10 de lugares para ir a comer porque hay cosas mejores. 

La moda es un factor clave para darte cuenta quien es naco y quien no. La población sudamericana y caribeña en Madrid ha hecho que haya una moda muy prominente a lucir como reguetoneros. Pero aunque eso podría ser lo más naco que encuentres por las calles, incluso ese estilo implica estar con el cabello pulcro, con ropa cuidada y bien combinada. Muy a su estilo, se ven bien. No como nosotros que solo hace falta ir al parque principal de tu ciudad para darte cuenta que estamos rodeado de nacos. Y para los "izquierdosos" que ya están enojados, ¡No! no tiene nada que ver con el dinero; eres naco siendo rico o pobre. 

Continuando con la ropa, no hay pretextos; en Mérida y en Madrid se puede conseguir esencialmente la misma ropa, muchas tiendas son las mismas aquí y allá, y el calor es el mismo en verano; así que no hay pretextos. 

No he conocido tanta gente que esté tan preocupada de la vida privada de las personas como en México; por eso los programas de Laura Bozo (programa de televisión donde la gente cuenta historias de vida terribles y se pelean y gritan) son populares; nos encanta saber de los trapos sucios de otros. Nos encanta criticar, pero somos unas niñas para ir con nuestro amigo y decirle que algo no nos gusta de su actitud. Hay excepciones que hacen la regla, pero así somos, un pueblo naco. El español te enfrenta si algo no le gusta, y aunque puede parecernos algo rudo, ¡Dios bendiga esa actitud!, prefiero que te golpeen la cara con sinceridad, a que te apuñalen por la espalda mientras te abrazan. Lo impresionante es que pueden decirte directamente que es lo que no le gusta de ti, pero de ninguna de las partes hay un rencor eterno después de eso. Saben "jugar rudo" y se aguantan, ¿Sabes por qué? Porque no son nacos.

No se trata de ser alto y rubio para dejar de ser naco, se trata de actitud, gustos y costumbres. Y es un tema que te escribo porque me duele que mi país sea así. 

Eso sí, somos muy amables y buenos anfitriones, y amistosos, eso que ni que; pero lo naco nadie nos lo quita. 

martes, 4 de diciembre de 2012

CAZANDO MITOS MEXICANOS



Como mexicanos tenemos muchas tradiciones, y como estas cosas suelen ser, son puros sin sentidos. La superstición y el chantaje emocional están a la orden del día, y lejos de hacernos un país con identidad, nos hacen un país menso cuando caemos en ellas; por contraparte, cuando las tomamos de broma son divertidas, pero hay quienes sí se las creen. Así que quiero exponer las ideas absurdas de mi tierra para ser conscientes de ellas, las superemos y también nos riamos de nosotros mismos así como mucha gente extranjera se reirá de nosotros. 

Por lo tanto, aquí está una pequeña muestra de cómo es nuestro pintoresco “universo mexicano”:

NO HABLAR DE LA MUERTE



En el “universo mexicano”, la muerte personal puede ser invocada tipo Bettlejuice. Si hablas de tu muerte, de cómo quieres que sea tu funeral, de cómo te gustaría morir, o le deseas la muerte a alguien; puede pasar. Por eso el mexicano huye a toda costa de hablar de la muerte, porque podría ocurrir. Sin embargo, la gente se sigue suicidando ahorcándose, dándose un tiro, tomando un frasco de pastillas; tan fácil que es repetir “me quiero morir” hasta que ocurra. 

LA REGLA DE LOS 3 SEGUNDOS



Cuando algo de comida se te cae al suelo, tienes 3 segundos para recogerlo, si no lo haces en ese tiempo, la comida ya se habrá ensuciado y es mejor tirarla. Al parecer aquí en México, esos 3 segundos es el tiempo que tardan las bacterias en pegarse en la comida. 

NO REPETIR MUCHAS VECES ALGO MALO



En México, si repites muchas veces que te va a pasar algo malo, te pasará. No puedes decir: “Entre perder un brazo y perder una pierna, prefiero el brazo” porque alguien te dirá: “Cállate, ni lo digas”. Similar a lo de la muerte.

Curiosamente esta regla no funciona en positivo. Si dices muchas veces que te encontraras un fajo de billetes en la calle, no pasará a diferencia de decir algo malo. 

El dios que rige nuestro universo mexicano es un gandalla. (Dícese de la persona que es abusiva y ventajosa) Para las cosas malas sí está muy atento, pero para las buenas no. 

TOCAR MADERA



Cuando damos un ejemplo en primera persona, como: “Si yo quedara viudo” le sigue la frase: “Toco madera” acompañada con unos golpecitos a algo hecho de madera que tengamos al alcance, de lo contrario el hechizo no quedará roto y se cumplirá nuestro conjuro. Incluso en emergencias, puedes golpear cualquier cosa de cualquier material, si no hay algo de madera al alcance.

La regla es simple, si no tocas madera, lo que dices se puede cumplir. Pero una vez más, no funciona con las cosas positivas. 



Si no eres de México y visitas mi país, recuerda estas prácticas básicas de supervivencia, no sea que al entrar en nuestro universo mexicano, invoques una desgracia en ti mismo. 

Y si eres mexicano, y se te ocurren otros mitos tontos que tenemos, compártelo en los comentarios; uno nunca sabe a quien puede serle útil.