martes, 28 de agosto de 2012

4 RAZONES PARA CREER EN EL FUTURO




Comenzaré diciéndote lo que pensarás de mí al llegar al segundo o tercer párrafo de esta publicación: "Davo se escucha como viejito criticando a la siguiente generación".

Pero en realidad estoy muy conforme con la generación de chicos entre los 8 y 18 años de edad, es decir, la generación del año 2000. Me parece una generación a la que le puedo sacar mucho provecho. Hay chicos que se salvan de esta lista de cualidades que te presento a continuación, pero son los menos. Así que aquí están mis razones:

RAZÓN 1 - SE LES REGALAN LAS COSAS

En México, se acaba de aprobar un plan de estudios donde los niños que cursan del primer al tercer año de primaria pasarán de grado automáticamente. Y la otra mitad de la primaria, podrá pasar al siguiente curso aún debiendo 3 o 4 materias. 

En Estados Unidos, se suele premiar a todos los niños que participan en una competencia. Esto último,  como la nueva educación mexicana, tiene un argumento regidor: "Proteger el autoestima de los niños". 

Me encanta esta visión. Los niños de mi país y el país vecino tendrán la cultura temprana del "para que me esfuerzo, aún así gano el premio". Por tanto no tendrán disciplina ni sentido del esfuerzo, ¡Ha! pero eso sí, "tendrán una autoestima muy alta." 

Felicidades gente de mi generación, en 15 o 20 años, los jóvenes no nos quitarán los empleos. 

Solo recuerden algo niños, si todos son especiales, significa que ninguno es especial. 


RAZÓN 2 - POPULARIDAD INVERTIDA

Cuando era niño, era popular el niño que jugara mejor al fútbol, el que corriera más rápido, el que saltara más alto; ¡Vamos! el que sea el mejor haciendo algo… yo no fui muy popular de niño; me salvaba un poco que sabía dibujar y que por lo menos le echaba ganas al fútbol. 

Cuando era adolescente, era popular el que jugara mejor fútbol también, al final la adolescencia es una niñez con esteroides. También era popular el chistoso y el que había probado ya muchas cosas, desde tabaco y alcohol pasando por chicas. 

Los niños y adolescentes de México (por lo menos) son populares por ser idiotas. Mientras más idioteces hagas y digas eres más popular. Así que la aspiración es ser estúpido para ser popular; o si eres niño, te hace popular el tener dinero y que tus papás te regalen un psp vita.  

Así que esto es bueno, mientras más gente tratando ser popular desde el lado de la idiotez y la manutención; hay más espacio para sobresalir siendo hábil y autosuficiente. Me gusta la generación del 2000. 

RAZÓN 3 - GRATIFICACIÓN INSTANTANEA

No sé como pudimos vivir sin internet. Eso de tener que ir a la biblioteca pública, sacar fotocopias o copiar a mano para transcribir en una máquina de escribir que golpeaba el papel y le taladraba los odios de tus pobres padres conllevaba mucho esfuerzo. El perder tiempo buscando en una enciclopedia y yendo a la papelería a comprar planillas era lento y aburrido. Podrías comprar libros extras para poder sacar más información de la que cualquier otro estudiante podría acceder, pero eso era caro. Si lo piensas, la información era muy difícil de obtener y muy poco actualizada. 

Pero Dios bendiga al internet que nos da todo en segundos, que podemos hacer trabajos profesionales hasta en el bachillerato. El internet también nos da la información fresca y en diversos medios y formatos. 

Pero que bueno que mi generación alcanzó a tener una niñez sin internet, así podemos apreciar más las cosas buenas y cómodas de hoy y poder saber que hay cosas que no vienen instantáneamente, que implican un esfuerzo más allá del copiar y pegar. 

También Dios bendiga el copiar y pegar. 

Si los niños y adolescentes siguen con la cultura general que teníamos nosotros a su edad, ¡Pues felicidades nueva generación! No le han sacado ventaja a nada. 

No todo sucede al instante que lo queremos, solo es cosa de empezar a trabajar para darse cuenta de eso. 


RAZÓN 4 - AUTOESTIMA MARIQUITA

¿Bullying? ¿En serio? ¿Autoestima baja? ¿Pues de que otra cosa se trata la niñez? 

Es verdad que la escuela es como la jungla, donde hay depredadores y presas, es un lugar donde aprendes a sobrevivir. Pero que levante la mano el que me esté leyendo y no haya sido molestado en la escuela por algo. Puede ser que tu hayas sido el chico que molestaba a los más pequeños y te estés riendo con un poco de vergüenza; puede ser que tu seas el golpeado y no te rías tanto, pero también lo recuerdes con un extraño gusto y nostalgia. 

Yo mismo molestaba a una niña en la primaria porque era morenita (sí, una especie de racismo infantil) y luego terminó gustándome en la secundaria. Eso es karma. La cosa no prosperó, pero somos buenos amigos ahora, hasta le hice las invitaciones para su boda.

Yo mismo perdí 4 de las 5 peleas que tuve de niño y que no necesariamente inicié. Yo mismo era molestado por mis primos mayores. Yo mismo pasé por situaciones de vergüenza pública en mi salón de clases que me generaron muchísimo estrés, ¿Y me quejo? ¡NO! ¿Me gustaba? Tampoco; pero eso te forja, como una espada que tiene que ser calentada y golpeada para quedar con la forma adecuada. 

¿Bullyin? Niños del mundo, no sean mariquitas (no en el sentido de preferencia sexual, sino en ser delicados y cobardes). Una de dos: O se aguantan, o hacen algo al respecto (y mamá no es opción). 

Al hacer algo se le llama autosuficiencia, y al menos que quieras tener a tu hijo viviendo hasta los 40 años en tu casa, te recomiendo que le enseñes a tus pequeños a ser autosuficientes. 

¿Qué es ese algo que puedes hacer contra los otros niños que te molestan? No sé niño, peléate en el patio (son niños, no se van a matar o a apuñalar; solo tendrán moretones). Reúnete con tus amiguitos para hacer equipo y ayudarse mutuamente (no a pelear, sino solo a protegerse, como los cardúmenes de peces pequeños. Como una manada de bueyes colaboran contra los leones). 

La violencia no es la opción, pero de las peleas que tuve en la primaria y secundaria, terminé siendo amigo de mis adversarios. Porque así somos cuando niños, nos molestamos a muerte, pero a las horas ya estamos abrazados. Y lo más importante, nunca le conté a mis padres sobre mis peleas, porque precisamente, eran mis peleas, no las de ellos. 

De lo contrario, seguiremos teniendo lo que tenemos hoy en día, muchos niños respondones, sin sentido de la autoridad, y con la única seguridad de que siendo el hijo faldero de mamá, todo irá bien. 

Pensándolo mejor… padres del mundo occidental, no me hagan caso y hagan de sus hijos e hijas "nenitas"; seguro que eso sí les dará mucho autoestima para ser personas completas (guiño).

CONCLUSIÓN

El futuro pinta muy bien, al menos para mi.

martes, 14 de agosto de 2012

CENA, RESCATE Y DETECTIVES




Tengo un grupo de amigos que son descendientes coreanos como yo. Son grandes amigos, de los mejores que tengo. En el año 2009 estaba en un punto de plenitud fraternal con ellos donde nadie estaba con novio o novia, o al menos no en la ciudad; así que teníamos tiempo y disposición de salir muy seguido. 

En una de esas salidas, nos encontrábamos de noche tomando un helado en un restaurante frente a una rotonda (donde era fiore bistro en Mérida, México). Estábamos al aire libre y pudimos presenciar como una motocicleta que estaba saliendo de la rotonda, fue arrollada por un automóvil. 

Ya sabes como es esto de los accidentes, no es lo mismo verlo en televisión que presenciarlo en vivo y frente a ti; el impacto visual es paralizante.  

En la moto iban dos personas, un chico conducía y una chica iba atrás. El automóvil era un Stratus de Dodge, el cual impactó en la rueda trasera de la moto, justo donde estaba la chica. Te podrás imaginar cómo las personas volaron un par de metros mientras la moto derrapaba. 

En esos momentos tratas de asimilar lo que estás viendo. 

Cuando el conductor del stratus se dio cuenta de lo que había hecho, aceleró y se fugó. Una amiga (Aglaé) logro gritarle algo… no me acuerdo exactamente qué, algo así como: "No te vayas idiota". La idea era esa según recuerdo. 

Ahora sí reaccionamos; algunas personas y nosotros corrimos para auxiliar a los accidentados mientras otros llamaban a emergencias.

Lo primero que debes hacer en casos de personas accidentadas es proteger su perímetro, tan solo haciendo eso ya estás ayudando. Así que nos dividimos. Después de cerciorarnos de que todos estábamos consientes de que nadie debe mover a los heridos (Segunda regla), me fui a hacer señales de luz para que los automóviles pasen a un lado con cuidado. 

El chico de la moto logró levantarse, la chica no. Él se quejaba del brazo, tal vez lo tenía fisurado porque le dolía mucho. La chica estaba consiente, pero se quejaba mucho la espalda y no podía levantarse, muy mala señal. 

Dos policías llegaron en sus motocicletas y les reportamos lo que pasó. Uno saló a buscar al stratus… eso fue tonto, el accidente había sido unos 8 minutos antes y solo le dijimos la marca, el color del coche y la dirección en la que fue; no creo que fuera a encontrarlo a la vuelta de la esquina.

Después de que una señora extranjera loca quisiera mover a la chica que seguía sin levantarse y luego que todos se lo impedimos y se fue molesta; llegó la ambulancia y una patrulla, entonces sí se llevaron a los accidentados.

La intensidad del momento pasó y solo quedamos la gente del restaurante y los policías. Insuni, otra amiga que seguro has visto que casi siempre comenta aquí en el blog, señaló que vio que algo se le cayó al stratus cuando escapaba. Allí recordé que también había visto eso y entonces me di cuenta que podíamos ser de mayor ayuda para este caso.

En ese año, mis papás tenían un stratus también y siempre me había hecho ruido visual la manera en la que el diseñador había resuelto poner la placa vehicular. Sucede que el diseñador del automóvil nunca consideró dejar un espacio para la placa delantera, así que Dodge había improvisado una base que apenas se sujetaba al vehículo con un par de correas plásticas. Recordé este detalle y Bernardo (otro de mis amigos) y yo fuimos a la zona donde se había caído el objeto. 

Llegamos y empezamos a buscar qué era lo que se había caído. A lo lejos vi una especie de caja de plástico negro sobre el asfalto negro y era de noche, así que el haberlo visto tuvo su grado de dificultad. Reconocí de inmediato el objeto, era la base improvisada de la placa del stratus; corrí con la emoción de haber encontrado el santo grial. Llegué a ella, la tomé en mis manos, le di vuelta y efectivamente, ¡Era la base con la placa del stratus fugitivo!

Me quedé impactado de la suerte que teníamos y la mala suerte del malhechor. Bernardo llegó para ver qué es lo que había hallado y le dije: "Es la placa". Corrimos hacia donde estaban los policías. No estábamos muy lejos la patrulla, pero disfruté cada metro recorrido. Me sentí como maratonista que está apunto de ganar la medalla de oro, como un novio que vuelve de la guerra y está a escasos 10 metros de abrazar a su novia que también viene corriendo hacia él después de meses de incertidumbre al pensar que no se volverían a ver. 

Mientras corría pensaba en lo que me diría el policía al entregarle la placa: 

Opción 1: "Gracias joven, su hazaña llegará a oídos de los altos mandos y a la prensa"

Opción 2: "Pero… ¿Sabes lo que esto significa? ¡Ahora podremos atrapar a los delincuentes!" 

Luego usaría su radio y diría: "Atención todas la unidades, un joven perspicaz acaba de darnos la pista para atrapar a los fugitivos." 

"Chico, te mantendremos informado de la situación, muchas gracias."

Opción 3: Me miraría a los ojos y con voz entre cortada por la emoción, se quitaría el sombrero y me diría: "Vaya… en mis años como policía, nunca había visto tanta colaboración ciudadana; muchacho, tu contribución me inspira y conmueve."

Opción 4: "Wow joven, no sé si sepas que hay una recompensa por todo aquel que ayude a resolver un caso, y usted ha sido acreedor a esa recompensa, ¿A nombre de quien haremos el cheque?"

Pero lo que pasó en realidad fue lo siguiente: 

El policía tomó la placa, se dio la vuelta y le dictó el número a alguien por radio… Fin. 




¡Ok! ¡Yo esperaba por lo menos un "gracias"! ¡Tampoco era tan improbable que sucediera! ¡¿Era mucho pedir?!

Aunque fue frustrante que no pasara nada con el policía, me quedó una gran satisfacción de haber encontrado la placa. El crédito lo comparto con Insuni que me dijo de esa opción, sin esa indicación yo no hubiera ido a buscarla y tal vez la placa hubiese pasado desapercibida. 

Mientras regresábamos todos al restaurante a pagar la cuenta, sentí a mis amigos y a mi como si estuviéramos dentro de película de acción donde caminamos hacia la cámara como héroes y atrás de nosotros hay una explosión que le da dramatismo al momento. Es que en verdad hicimos algo muy bueno esa noche. 

Llegando a nuestra mesa me di cuenta que había dejado mi billetera justo sobre mi silla y que nadie se había quedado a cuidar nuestras pertenencias; así que: "karma instantáneo". Aunque pensándolo bien, si no hubiera ocurrido ese accidente, tampoco nos habríamos levantado de la mesa y dejado nuestras cosas allí; así que, karma, me sigues debiendo una. 

Después de esa noche no supe más del asunto. No sé si la chica del accidente pudo recuperarse sin complicaciones, si atraparon a los fugitivos… nada. Me hubiera gustado saber.

Volviendo a nuestra secuencia de acción, pagamos la cuenta de los helados y estuvimos un rato sentados asimilando la situación; luego nos fuimos. Sin duda esa noche fue inolvidable y yo regresé a casa con una sonrisa por un trabajo bien hecho.