martes, 23 de agosto de 2011

SER ILEGAL


El plan original era estar un año en España, terminar el curso escolar y regresar a México. Al final, la escuela me enamoró, Dios metió su cuchara a mi favor y el plan se extendió un año más. Sin embargo, tenía que renovar mi visa de estudiante para este segundo periodo.


Hice el trámite lento y accidentado como siempre; y 3 meses después concluyó el plazo en el que recibiría la respuesta de la concesión o denegación, pero nunca llegó la carta. 7 meses más tarde terminaron mis clases y toda vía no recibía la noticia, entonces mi preocupación llegó al límite y decidí enfrentar este error burocrático.


Punto y aparte. Mis paisanos de escasos recursos que viven en el norte del país, tienen el tema de la imigración asumida. Al estar más cerca de la frontera con Estados Unidos, recurren a la opción del sueño americano. Resulta familiar el tema de los indocumentados, de la "migra" (policía ocupada capturar ilegales), del correr cuando la migra llega a revisar los campos de tomate (o algún otra sembradío) donde trabajan mexicanos ilegales.


"Ser ilegal" me hizo ponerme en la piel de esas personas. El estrés que se siente al ver policía en la calle o en el metro. El saber identificar a los hombres jóvenes vestidos casualmente, pero que cuando menos te lo esperas te detienen, te muestra su placa de policía y piden tu identificación.


En Arizona, un estado de los Estados Unidos; se aceptó una ley que indignó a México y a los latinos que radican en el país anglosajón. La ley consistía en permitir a los policías detener a una persona si su apariencia delataba que es latinoamericano. La gente denunció esta ley como racista, retrógrada y humillante.


Sin embargo, la policía española tiene esta práctica como algo normal y no he escuchado a ningún inmigrante que se queje de ella. Por su puesto que la comunidad latina de Estados Unidos es más fuerte e influyente que en España, así que la presión que pueden ejercer es mayor. Otro factor que interviene en esta diferencia, es que en el país americano, viven una psicosis de discriminación y abusos, todo el mundo se queja de todo el mundo; los negros de los blancos, las mujeres de los hombres, los niños de los otros niños más fuertes, los gays de los que no lo son, los judíos de los chistes antisemitas, los gordos de los flacos, los hijos de los padres, etc. No es de extrañar que ahora le toque a los latinos quejarse de algo.


Una amiga del este de Europa está arreglando su situación irregular en España; pero se siente confiada de no llamar la atención de los policías ya que ellos buscan latinos, no europeos. Aquellos que me conocen, saben que no pasaría desapercibido en la Alemania Nazi, soy moreno y con rasgos orientales (por eso la gente aquí piensa que soy filipino); sin embargo, he caminado varias veces junto a los policías encubiertos y nunca me han detenido. Creo que la parte coreana me salva.


Después de otra odisea larga y tediosa, por fin ayer me dieron mi visa. Fue un alivio, ahora camino con más confianza por las calles de Madrid.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos alegramos por ti, yo tampoco soportaría esa presión de no saber cuándo te vayan a detener y hacerte preguntas...

Que Dios bendiga tu estancia renovada y disfrútala a tope!

M&O

Anónimo dijo...

O sea te la acaban de renovar y ya vas de regreso? Que mala onda! Deberias quedarte entonces mas tiempo, kejejeje. Saludos DAVO (Cesar Gtz)

David Park dijo...

Gracias por los buenos deseos M&O, y gracias por leerme

David Park dijo...

Cesar, jeje sí, es raro. La cosa es que me la otorgaron para este curso escolar que ya pasó; pero siempre dan un tiempo extra por el asunto de los trámites con la escuela o las materias reprobadas, así que la tengo vigente hasta mediados de noviembre. Es decir, la acabo de obtener, pero se supone que la debí tener desde el año pasado en mis manos.

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