EL DICTADOR SE NOS METIÓ POR LA VENTANA

Nuestro mundo es de juguete. Justo cuando pensamos que estamos a la cabeza de la evolución social de la historia del planeta, me doy cuenta que nuestro mundo solo se disfraza de "2012" pero seguimos siendo los mismos de hace 100 años. 

¿Recuerdas a Martin Luther King luchando por los derechos de los afroamericanos … y que luego lo asesinaron? ¿Recuerdan que Abraham Lincoln lucho por la abolición de la esclavitud… y lo mataron? ¿Recuerdan que hace 70 años, las mujeres en México no podían votar? ¿Recuerdas que se cuenta de la matanza del 68 a estudiantes al hacer una manifestación contra al gobierno mexicano de ese periodo?

Mucha gente murió y muchos derechos fueron alcanzados para que las personas tengamos igualdad y respeto. Qué bonito. 

Ahora, vemos estas luchas por libertad en medio oriente y aplaudimos el derrocamiento de dictaduras, porque… nadie quiere una dictadura en ninguna parte. Qué bonito. 

Ahora los afroamericanos tienen reconocimiento legal, tanto así que hasta uno es presidente de aquel país que los esclavizaba. Qué bonito. 

Ahora las mujeres no solo votan, sino que incluso son presidentas o candidatas a alcanzar ese puesto. Qué bonito. 

Pero justo cuando el planeta parece que va entendiendo cómo está este asunto de "somos diferentes pero debemos respetarnos" nos llega el siglo XXI para echar todo por la borda y permitirnos "abrir la ventana para que el dictador se nos meta" sin darnos cuenta. 

Hagamos un ejercicio de campo para que verifiques hacia donde quiero ir: 

Si vives en España, cuando salgas con tus amigos di lo siguiente: "Yo creo que las mujeres deberían trabajar solo medio tiempo para tener tiempo de educar bien a sus hijos". 

Si vives en México, cuando salgas con tus amigos, di lo siguiente: "Yo creo que Peña Nieto (el nuevo presidente electo de México) es la mejor persona que pudo llegar a la silla presidencial". 

Si eres de cualquier parte de América o Europa, di lo siguiente en público: "Pues a mi sí me gustan las corridas de toros". 

Las reacciones pueden variar, pero en general te encontrarás con esto:

En la primera frase, las mujeres te van a atacar verbalmente. Es posible que les brote el racismo y te tacharán de retrógrada, de machista; etc. 

En la segunda frase, si hay algún seguidor del PRD (un partido político de México) te dirá: "Eres un estúpido porque no te das cuenta de la realidad; de seguro te pagó Peña Nieto para que digas eso; por gente ignorante como tú el país está como está." 

En la tercera frase, no faltará algún defensor de lo animales que te dirá: "¿Te gustaría que te clave hierros en la espalda para que sientas lo que siente un toro? ¿Tu sabes todo lo que le hacen a un toro antes de que salga a la arena? Qué bueno que corneen a los toreros, me da gusto cuando lo veo por la televisión." 

  

Parece que hoy todos somos dictadores, y los que no piensen como nosotros, deben ser censurados hasta donde sea posible. 

Mira las frases del principio y nota que, si bien puedes estar de acuerdo o no, tampoco son imposiciones, son gustos y opiniones; pero los tiempos actuales las hacen indecibles. Así como hace 60 años una mujer era censurada por querer salir a trabajar, ahora la mujer censura con la misma furia que recibió en el pasado. 

Los protectores de animales que se quejan de la violencia que reciben estas criaturas; muestran la misma fiereza contra los que se declaran a favor de las corridas, de los circos, etc. 

Hay una furia en el ambiente que apenas encuentra una válvula de escape, la usa; ya sea el feminismo desenfrenado, el fanatismo por el PRD o la protección animal. Y no es que alguna de estas causas esté mal, son muy buenas, pero son un imán para el fanatismo, y el fanatismo no es bueno ni en el fútbol. 

Estas personas que se molestarán por las frases que te mencioné, son personas con buenas intenciones. Todos en nuestro sano juicio queremos la igualdad de género; queremos que nuestro país prospere; queremos que ningún animal sea maltratado. Y a todos nos indigna que ocurran estas cosas malas; pero hay quienes actuamos al respecto, y hay quienes atacan al respecto. 

¿Quién es peor, quien ataca a los animales, o quien ataca a quien ataca a los animales? 

¿Quién es peor, quien no se entera de su realidad política, o quien cree que tiene LA VERDAD política en la mano?

¿Quién es peor, quien limita a la mujer, o quien te agrede para lograr igualdad? 

En ambos casos veo gente agresiva; lo que apoyen ya queda en segundo plano. Con todo esto solo pienso en una palabra: ABSOLUTISMO y no importa si eres bueno o malo, si haces el bien o no, el absolutismo es malo en sí mismo, no importa a quien apoye, si a los malos o a los buenos. Ser absolutista te vuelve malo. 

SI algo ha aprendido la ciencia es que no se puede estar completamente seguro de algo. Justo cuando piensas que entiendes todo, llega un conocimiento nuevo que cambia o desplaza el anterior. Si gente que tiene doctorados y que son expertos reconocidos mundialmente dejan espacio para la duda y la crítica, ¿Porqué nosotros no podemos hacerlo?

Tengo una idea del por qué dejamos que "el dictador se nos meta por la ventana": No hay riesgos. 

Riesgo el de los afroamericanos en los años cincuenta. Riesgo los de green peace que se van en botes para proteger ballenas de los pesqueros. Riesgo el manifestarte en algún país del medio oriente. Riesgo hablar de los abusos políticos en el México de hace 20 o 40 años. Riesgo hablar sobre la paz en territorio palestino. Riesgo decirle al esposo que te golpea que es un abusador y que lo vas a denunciar. 

Esos son riesgos, no el publicar una frase en facebook o twitter, o el hablar con aplomo en una reunión familiares y amigos, o escribir en blogs, o en marchar en las calles seguras y respetuosas donde los policías solo te miran. Haciendo esas cosas no hay riesgos, así que cualquiera puede ser valiente. 

Te propongo algo, camina al siglo XXI y saca al dictador que puedes tener dentro. Respeta y saca lo mejor de las opiniones de los demás. Infórmate imparcialmente de lo que te interese, no solo mires en fuentes que opinan lo mismo que tú. Y lo más importante, sé crítico primero y antes que nada contigo mismo y con tus creencias; ya que tengas eso claro, ahora sí, puedes preocuparte por  resolver los problemas del mundo.