Hago una pausa al tema seriado de los hijos para hablarte de algo actual, la final de la Copa
Confederaciones.
Tal vez es la primera vez que llegas a mi blog, así que te
cuento que mi blog no es deportivo; no haré un análisis futbolístico, una
crítica al desempeño de grupo vs el desempeño personal, un desdoble de la
estrategia propuesta por Del Bosque y por Felipe Scolari; pero aunque no
hablaré de fútbol puro, hablaré de la escénica de este.
Tal vez eres de los que constantemente me leen (muchas gracias
de paso), así que sabes que le sacaré la vuelta al asunto
para que sea relevante para ti o por lo menos disfrutes la lectura.
Desde adolescentes, un primo y yo idolatramos a Brasil
futbolísticamente. En los mundiales de fútbol, a México lo eliminan en los
octavos de final, así que los mexicanos tenemos que mirar a otros países para
heredar nuestro apoyo y pasión hasta el final del torneo. Como Brasil es el
mejor paladín de nuestro continente, termina siendo quien recibe el apoyo de
toda América; opiniones más, opiniones menos.
Por otro lado, Brasil tiene la tradición del “jogo bonito”, de
jugar con gracia, con soltura, de hacer maravillas con el balón; puedes ver
como se divierten haciendo su trabajo. Así que no solo se vuelve una delicia
ver jugar, a Brasil, sino que es todo un ejemplo de vida al mirar a alguien que
disfruta su trabajo.
Además, Brasil transmite “buena onda”, es uno de los 3 países
americanos que no hablan el castellano, pero junto con Canadá, Brasil es de los
“hermanos americanos” que Hispanoamérica abrasa con cariño. En mis dos años en
España, mi mejor amigo era un brasileño con quien iba a un restaurante que se
convirtió en un clásico, un restaurante rodízio; por favor, no mueras sin antes
ir a uno en la ciudad donde te encuentres; y por supuesto que te recomiendo la
picaña.
Así que por una razón u otra, Brasil siempre ha ocupado un lugar
especial en mi corazón.
Pero bueno... Pasan los años, y llegamos a la Copa
Confederaciones 2013, un torneo que reúne a los mejores de cada sección
continental, al campeón del mundo y al país local. México, que ha ganado esta
copa hace varios años venciendo a Brasil es eliminado en la primera ronda por
ese mismo país.
Entre que México fue eliminado por Brasil y entre que viví dos
años en España, viví su conquista de la copa del mundo y vi el alza del
Barcelona (mi equipo español favorito por azares del destino), tomé por primera
vez la resolución de que mi simpatía iría hacia España. No es americano, pero
al menos hablan castellano, y le tengo mucho cariño, y juegan con elegancia.
Llegó la final esperada, Brasil vs España. Mi decisión personal
tomada unas semanas atrás se materializó en ese momento. Era una alegría para
todo el mundo ver al famoso Brasil jugar contra el campeón del mundo. Se
presagiaba un juego increíble.
Aquí está el asunto de esta publicación.
Brasil comenzó con fiereza el partido, España apenas podía meter
las manitas para que los golpes cariocas no le dieran tan duro. Fue tan
arrollador el inicio Brasileño que metieron gol al minuto uno.
Por supuesto que ese ritmo es insostenible, así que poco a poco
fueron bajando el ritmo y España empezó a jugar por fin. Empezó a hacer los
diez mil toques en el medio campo como nos tienen acostumbrados. Empezó a hacer
sus triangulaciones mortales y el partido se niveló por un momento.
Como Brasil sabe, si le dejas el balón a España te marearán, así
que los sudamericanos empezaron a cortar el flujo del juego metiendo pequeñas
faltas, pequeñas pataditas, jaloncitos y recargones estratégicos. Nunca una
patada muy fuerte, su intención no parecía lastimar, sino cortar la
jugada.
Esta actitud de contrarrestar el virtuosismo con una estrategia
poco reluciente pero efectiva, ya se había visto en equipos que jugaban contra
el Barça, cuyo estilo y la mitad de los 11 titulares de la selección española
le pertenece. La discusión era: ¿Ganar a cualquier costa o ganar jugando bien?
O ¿Qué es jugar bien, una estrategia eficaz o un fútbol propositivo y virtuoso?
Las opiniones están divididas, pero si me preguntas a mí, yo
abogo mil veces por el fútbol propositivo y virtuoso.
Fuera del fútbol sucede igual. Muchas personas cercanas a mi
quieren ganar en la vida sin importarles cómo. Si tienen que hacer trampa,
pisar a su propia familia, actuar bajo el agua, lo hacer con el único fin de
ganar. ¿Te recuerda a alguien?
Brasil no es la selección de Nicaragua para tener que dar patadas
y así controlar al rival. La súper potencia Brasil tiene argumentos
futbolísticos para mostrar cómo se juega este deporte, en cambio decidió
recurrir a las infracciones de la ley para estorbar a una España que quería
jugar como Dios manda que se juegue el fútbol... ¡Sí! Es Bíblico... No, no es
cierto.
Claro, España falló un penalti, y expulsaron a Piqué por meterle
falta a Neymar, el cual no dejaba de fingir que lo golpeaban y tirarse al suelo
como si le hubieran dado un balazo (que vergüenza de figura brasileña); la
expulsión fue correcta.... Vaya, quiero decir que España tuvo su oportunidad y
la dejó ir; tampoco voy a defenderla ciegamente.
Como te decía, hay personas que ven la vida como un campo de
batalla, donde no hay honor ni dignidad de por medio; donde lo único que
importa ganar. Son mercenarios que buscan el dinero, la fama o el
reconocimiento a costa de lo que sea necesario.
Piensa en un ladrón, ellos quieren tener dinero pero dedican sus
esfuerzos a robar el trabajo de otros en vez de trabajar ellos mismos. Son
buenos en lo que hacen, pero enfocan sus talentos al mal. ¿Por qué siendo tan
habilidosos van por el camino oscuro? Simple y sencillamente porque se
consideran escoria. Al quitarte algo que es tuyo, reconocen públicamente que ellos
mismos no pueden obtenerlo, reconocen que son inferiores a ti, que la única
manera que tienen de sobrevivir en esta vida es teniendo un cachito de ti; así
como las ratas y cucarachas que viven escondidas en tu cocina esperando que
algo caiga de ella y deslizándose por la noche para recogerlo. Ellos no lo
reconocerán, se definirán a sí mismos como gente astuta, que logran flanquear
la ley y tu inteligencia... En el fondo saben la verdad, todos sabemos en el
fondo nuestra propia verdad.
No estoy llamando a la selección de Brasil ratas o cucarachas,
pero ese ejemplo de “golpeo para evitar que tu juegues y luzcas” me parece
patético, y más para Brasil. Con su fútbol, con sus estrellas, con su maracaná
y su gente pudo ganar con honor.
Al terminar el juego me fui molesto a cenar con unos amigos. No
estaba molesto porque mi equipo favorito haya perdido, sino porque el Brasil
que tanto quería se rebajó tanto. Estaba decepcionado. Es como tener una novia
que termina contigo y empieza a vivir la vida loca. No te duele tanto que se
divierta con alguien más, te duele verla caer así.
Soy hijo único, pero nunca me ha gustado que mis papás me
regalen cosas así no más. Nunca me ha gustado saludar con sombrero ajeno; me
gusta que mis glorias sean mías, y no prestadas. Creo en la virtud de las cosas
y las personas, creo en que el esfuerzo duro trae resultados. Creo que la
persona esforzada puede superar al virtuoso por naturaleza. Creo que llegará el
día en el que mire hacia atrás, y ya sea que tenga poco o mucho, sabré que lo
que tengo lo merezco, que es el fruto de mis manos y que puedo estar
orgulloso.
No simpatizo con filosofías como: “Esta vida es de los que se ponen vivos”. Expresión mexicana que se refiere a estar atento a
las circunstancias para sacar provecho a como dé lugar. Insuni me sugiere otra más explícita: “Los vivos comen de los tontos, y los tontos nomás de su trabajo.”
No simpatizo ni con usar claves en Age of Empires para obtener
recursos ilimitados, entonces ¿Cuál es el chiste de jugar si no hay retos, si
no tienes que esforzarte para lograr algo?
Y Neymar... Neymar, Neymar. La figura brasileña, el que hace
magia y en 8 segundos ya te metió un gol de la nada, es una vergüenza. Porta la
histórica y honorífica camiseta 10 de Brasil que han portado solo los grandes
como: Pelé, Rivellino, Zico, Rai, Rivaldo, Ronaldinho y Kaká (que por cierto, que pena por Kaká que se desperdicie en la banca del Real Madrid, que bueno que Mourinho ya se fue); pero se
comporta con la dignidad de cualquier jugador amateur del campito cerca de mi
casa. Finge faltas, provoca a sus rivales, ostenta una actitud pedante; es una
vergüenza. Pero ahora que se vaya al Barça ahí lo van a educar, sabrá que el
fútbol europeo es de clase, no de nacos.
Ver a Brasil festejando por apenas haberle ganado a Uruguay y
así pasar a la final, fue triste. Parecía como si hubieran ganado la copa del
mundo. Brasil no está para esas cosas.
El fútbol es profundo si se le quiere ver así. Tiene historias
que pueden convertirse en películas. Tiene un efecto similar al que tiene el
poder; muestra quien es quien realmente.
¿Quieres saber cómo es alguien en verdad? Dale poder.
¿Quieres saber cómo es alguien en verdad y no tienes poder que darle? Juega
fútbol con él. En esas circunstancias el verdadero carácter aflora. Allí puedes
quien es egoísta, quien sabe compartir, a quien le gusta lucirse, quien es
explosivo, quien es mesurado, quien es líder, quien no tiene una autoestima
alta, quien es mal perdedor, quien es buen ganador. El fútbol es muy
interesante.
Apoyo
a España, porque sus goles son a base de intento e intento. Juega en equipo y
también tiene figuras, pero esas figuras solo apoyan el trabajo de equipo, no
son luminarias por y para sí mismas. Esa es la filosofía de vida que abrazo.
6 comentarios:
Vaya! Menos mal que tu mejor amigo es brasileño y te gustaba Brasil! jajaja
Tienes razón en unas cuantas cosas:
1. Neymar es un guarro teatrero (dudo mucho que el barça pueda educarle, mira dani alves
2. Brasil ya no "joga bonito"
Pero también creo que estás muy resentido, te has dejado llevar mucho por la derrota en un asunto tan trivial como el fútbol para calificar a toda una nación. Es cierto que Brasil hizo faltas y eso está mal, pero también quitó muchos balones (sin hacer faltas) y presionó la selección Española hasta el final, y leñe... que fueron 3 goles, no hay excusa que valga, ganó el mejor.
Pero no pierdas la fe en la nación Brasileña, que no todo es fútbol, mientras se estaba jugando ese partido había miles y miles de manifestantes fuera del estadio recibiendo balazos de goma por querer mejor servicios públicos, pero claro, esos apenas salieron en los medios, para mí esos son los héroes, no la selección Brasileña.
PD: Soy Brasileño ;)
No confundas tu selección de fútbol con tu país por favor, son cosas muy diferentes. Mi selección no define mi país, que España sea campeón en la copa del mundo no significa que sea el país más próspero. En ningún momento he hablado de tu país o he dicho algo de tu gente, solo hablo de 22 jugadores y su director técnico.
Como escribí, España tuvo su oportunidad para cambiar el rumbo del partido y lo dejó ir, la victoria de Brasil hubiera ocurrido aún con el penalti metido y con Piqué en la cancha. Pero también hubiera sido una victoria con sabor a gloria.
Quiero insistir en que tu asociación entre tu equipo y tu país es meramente tuya; en ningún párrafo insinué eso.
Si lees lo que escribo, puedes ver que simpatizo con tu selección (e independientemente de eso, quiero a tu país), me pesa verlo caer en ese tipo de estrategias que no son dignas de un campeón. Lee nuevamente el ejemplo de la ex-novia, eso aclara mucho mi postura.
Casi al final dices que fue triste ver a Brasil festejar por haber ganado a Uruguai, y que Brasil no está para esas cosas (por temas de salud y educación precarias), de ahí interpreté que te referías a la gente brasileña y no solo a la selección, además dices que si quieres conocer como es alguien de verdad juega al fútbol con él etc, creo que has dado a entender que la actitud de la selección se puede extrapolar a los brasileños por que éstos apoyan a la selección.
Pero en fin, te habré mal interpretado, lo siento. Además en temas de fútbol poco importa la razón, y todo es muy subjetivo según el equipo que seas. Como decía el pastor Bullón: "En el fútbol, en religión y en política cada uno tiene su equipo"
En lo de jugar fútbol para conocer a alguien también se puede extender a cualquier juego, por algo hay un dicho: "Si a tu amigo quieres conocer, hazle jugar y beber"
En el alcohol le encuentro la lógica por el hecho de que desinhiba, en el caso del juego al estar simulando otra realidad no nos ata a las convenciones sociales o patrones de conducta que operan de manera casi inconsciente en nuestra vida diaria.
Obviamente tomar en cuenta esta parte del post habla de mi nulo conocimiento en fútbol incluyendo el partido en cuestión :P
jeje gracias Insuni
Anónimo, de ninguna manera he hablado de tu país. La mayoría de personas que me escriben inconformes con lo que he publicado, pareciera que leen desde la perspectiva de sus deseos.
No sé si tu país (gente, población, ciudadanos) festejó muchísimo por ganarle a Uruguay; no vivo en Brasil, no tengo como saberlo; pero tu selección sí lo hizo. Eso es lo que vi en la TV, de eso es lo que hablo.
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