martes, 5 de julio de 2011

LAS CONVERSACIONES 2


Continuando con el tema de la semana pasada, quiero hablarte sobre una característica muy notable del hablar madrileño:


LA DISCUSIÓN POR DIVERSIÓN


En un principio, las conversaciones me causaron problemas por el acento. Era difícil terminar de exponer una idea cuando a la mitad de la frase alguien se reía o imitaba mi acento a la española (Esto de la imitación será otro tema del que hablaré en el futuro).


Luego que la barrera del asento quedó superada, venía el contenido; y de esto se trata este post.


En un starbucks le expresaba a Anaí (una amiga de la iglesia) que es notable cómo la gente está interesada en proyectar seguridad y dominio de la situación en todo momento. Por su puesto es un rasgo que si eres español no notarás, porque has crecido con esta influencia, pero está ahí. Anaí (que es de aquí) me dijo que podría ser algo que se incentiva desde la infancia. Éste es otro rasgo que me gustaría adoptar de Madrid.


Pero una cosa es proyectarte seguro de ti mismo, y otra es defender lo indefendible. Hace más de un año te conté como tenía una compañera con la que me divertía diciéndole algo aleatorio solo para ver cómo me lo contradecía. En otras ocasiones miré cuantas frases podía decir sin que alguien me dijera: "No, pero…"; no pasé de 2. Un ejemplo claro es cuando digo:


- Que bueno está el clima.


En casi todos los casos la otra persona responde:


- No, que va, está muy: (escoge una) "frío, caliente, nublado, lluvioso, seco, contaminado, con polen, frío por las mañanas y caliente en las tardes".


Al final, cambié la frase a: "Me gusta este clima frío". frase que tampoco resultó porque la respuesta automática era: "Y esto no es nada, ya verás en diciembre o enero"; cosa que no importó porque mi termostato corporal está desfasado, y siempre tengo más calor que el resto de la humanidad, así que el clima de 6 grados como máxima me gustaba también.


Por último, quejarme del calor era la única manera de no recibir negativas. Pero el tema de las quejas es otro, sigamos con el de las discusiones.


Ahora entiendo que el debate es una forma de socializar. En mi cultura, debatir todo el tiempo puede ser tomado como agresión, desafío, necedad; en Madrid es una forma de continuar una conversación. En esta dinámica del día a día, he visto varias vertientes que se salen de las manos de quienes participan:


- No me queda claro cuándo es en serio y cuándo no. De repente alguien llega a defender lo indefendible con argumentos muy absurdos; incluso se apasionan y convierte una discusión en una pelea. Es algo que te hace pensar ¿En serio estás a favor de eso, o solo quieres llevar la contra por costumbre?


- Otro resultado de la discusión por diversión es que parece no haber reglas para generalizar y para ser específico. O tal vez el tomar el argumento de "pero no puedes generalizar" se convierte en un comodín fácil para salir a la contra de cualquier cosa. En el día a día, el generalizar se suele usar como figura retórica (hipérbole) (http://es.wikipedia.org/wiki/Hipérbole); ya que en realidad siempre hay una excepción… y aquí es cuando alguien dice: "¡No siempre, no puedes generalizar!"


- Otras personas discuten solo para ser "radicales-originales". Seguro conoces gente así, son aquellos que te dicen que no sabes nada de música porque no escuchas el género que a ellos les gusta (generalmente rock y metal). Son las personas que no les gusta una película solo porque a todo el mundo le gustó. Son como "neo-hippies sin causa".


- Están los que no pasan de un punto y aunque el tema ya dio uno o dos giros de su camino original, la persona piensa que todos siguen hablando del tema inicial. Y de repente se ven discutiendo sobre algo que ya ni viene al caso, y por más que lo quieren encausar en el nuevo tema, no quiere salir de su trinchera obsoleta.


- La última situación es un poco extraña, no la comprendo muy bien; sucede cuando hay dos personas tratando de llegar a una conclusión; en un punto cada quien comienza a hablar de una cosa distinta; pero ambos creen que están hablando de lo mismo. No sé que lo detone, ni a que se deba; pero lo puedo ver con frecuencia.


Cuando recién llegué a España, quería defender mis ideas a capa y espada, luego vi que no tenía sentido y que las ofensivas no eran algo personal; sino cultural. Sigo pensando que no es una costumbre recomendable, pero tan solo soy un inquilino en Madrid; solo veo, aprendo y escribo.



4 comentarios:

Victoria Corral dijo...

Es verdad, y dónde más se notan estos debates son cuando hay un montón de personas mayores sentadas juntas jaja
De todas formas, seguro que nuestra clase también te ha servido para esto verdad? jaja

David Park dijo...

Sí, los señores mayores son los amos y dueños de este arte. Y también estás en lo correcto al notar que nuestra clase ha aportado mucho de lo que escribí =P

Laura Zorro Martínez dijo...

me hace mucha gracia leer como nos ves a los españoles xDD es diver. Bueno a ver si escribes sobre el tema k te sugerí k tiene bastante "chicha" xd

David Park dijo...

=) El tema sugerido será para este martes, gracias de nuevo.

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