martes, 31 de agosto de 2010

LLEVAR LA CONTRA


Hace 4 semanas te conté sobre mi incidente en mercadona (un supermercado) con una señora. Hoy te contaré otro aspecto que me parece molesto.

Llevar la contra.

Es verdad que todo tiene su lado bueno y su lado malo; pero cuando te llevan la contra por costumbre más que por lógica ya es molesto, y eso es algo que ocurre con frecuencia. El ejemplo más burdo es que todo el año hay gente quejándose del clima presente. Se quejan del frío, la lluvia, la nieve, el calor, el polen, de la contaminación, de la humedad, de lo seco, de lo nublado… y de lo único que nadie se queja (solo yo) es del sol. Ya te he contado de mi heliofobia. Ha llegado el punto que ya me da miedo decir: "Que bonita está la nieve" porque empieza el listado de contra-argumentos. Es como si se quisiera debatir y desentrañar todo, hasta la última gota del "Que bonita está la nieve", llevándolo a la profundidad de ideología religiosa, política, o peor aún, futbolística.

Tengo un par de amigas en distintos círculos, con las que juego en secreto (ellas no lo saben) a decirles cosas difíciles de encontrar el punto malo, solo para ver cómo se las ingenian para encontrarlos. A veces invito a otro amigo de testigo para que se ría también de la necedad de la otra persona en tener la última palabra.

Como no me interesa cambiar a nadie y tampoco quiero usar mi seguro médico, ya lo pongo directamente en mi "papelera de reciclaje" mental. De los mismos españoles he escuchado referirse a este tema de la queja por costumbre y cómo la gente es muy dada a esto, así que esto no será nuevo para nadie de aquí.

Cuando entiendes que esto es lo convencional, es más fácil no tomarlo tan personal y dejarlo pasar. Así que: "Señora loca del supermercado de hace 2 post, la disculpo y perdone todos los insultos mentales que le dije".

martes, 24 de agosto de 2010

¡QUE RICO!

Esta semana me la tomo de vacaciones en el blog (Como si realmente tuviera un verano muy ocupado), y en vez del bla, bla, bla de siempre; te traigo una imagen para abrir el apetito.

Mercadona (el supermercado al que suelo ir para hacer la mayoría de mis compras) y yo tenemos una extraña relación de amor-odio. Es un lugar que lucha entre ser un negocio formal y a la vez no le importa. Es una opción importante a la hora de ahorrar, aunque eso implica que tu tengas que tomar los productos de su caja de embalaje directamente. Si puedieran fusionar lo bonito y variado de carrefour, con los precios ... y ya... de mercadona, sería el "amo de casa" más feliz del mundo.

Esta foto no la tomé yo, pero quien lo hizo es amigo de un amigo, así que no ceo que le importe que no le de crédito.

Bueno, aquí la foto:



No he tenido el gusto de probar estos croissant, pero los prefiero con jamón y queso; apesar de la recomendación.

martes, 17 de agosto de 2010

UNA TARDE EN LOS 70'S


Una tarde fui al comedor de la universidad complutense en alguna de sus facultades de las decenas que tiene repartidas en toda ciudad universitaria. Visitaríamos a un amigo de Andrés (el venezolano del que te he hablado en algunos post), el motivo era el cumpleaños del amigo. Estaríamos charlando, tomando algo y comiendo si daba hambre.

A decir verdad, el festejado es más amigo de Helen (otra compañera de clases) que de Andrés. Pero Helen nunca llegó y el del cumpleaños estuvo 15 minutos solamente porque viajaba precisamente para celebrar. Uno pensaría: "pues aquí se acabó el show, vayamos a casa". Para mi sorpresa, !No!

El del cumpleaños nos presentó a sus amigos que estaban con él en la mesa, y al tiempo se fue. Nos quedamos charlando con los amigos del festejado. Luego, poco a poco la gente tenía que irse, pero llegaban otros a la mesa y nos los presentaban. Al pasar 3 horas, estábamos con personas que eran amigos, de los amigos, de los amigos, de los amigos del festejado que es el amigo de Helen que no estaba ahí (y el festejado tampoco).


Era un ambiente muy abierto, donde nadie se sentía invadido si un desconocido se sentaba a la mesa; era como ser hippy y estar en los 70's en pleno 2010, con todo y guitarras, gente cantando y uno con esos cigarros que dan risa. Fue raro pero agradable estar en ese ambiente con buen vibra.

Si algo me gusta de la gente que vive en Madrid, es su carácter social. Uno puede iniciar una conversación larga y tendida con alguien que tiene un mínimo punto en común contigo. No sé si esta experiencia me pasa porque estudio en una escuela con gente que le gusta el arte, y la facultad a la que fuimos era algo así como literatura y filosofía; pero lo cierto es que estuvo muy bien.

Lo único malo de esta facilidad social, es que te quita mucho tiempo. Las cosas se ponen tan bien que te puedes hacer un maratón desde la comida y terminar en la madrugada en casa de algún amigo.

Ya van dos post muy positivos para Madrid, el próximo será feo y oscuro =P

martes, 10 de agosto de 2010

¿TU, DE DONDE ERES?



De regreso de París, mientras estaba dentro del avión me dije: "ya mero llego a casa"

¿Casa? Pero si mi casa está en México. Me llamó la atención mi nueva asociación del concepto "casa".

Como te escribí la semana pasada, para nivelar la energía negativa que liberé en el post, esta vez escribiré a favor de Madrid.

No sé si es simplemente el tiempo el que ha hecho aparecer el apego a Madrid en mi, o tal vez fueron los amigos, o el poder estudiar lo que me apasiona y estar en un lugar donde la industria está abierta para esto; pero la realidad es que me siento cómodo. Por contraparte, conozco personas que nacieron y crecieron en su ciudad y jamás se sienten de ahí, emigran en cuanto pueden. Deduzco que cada lugar tiene su personalidad y aunque en una ciudad hay miles de maneras de encontrar tu ambiente, existe un carácter general que te dice: "de aquí eres."

El plantearte de dónde eres se vuelve crucial una vez que ya tienes la madurez mental y la capacidad económica para decidir dónde establecerte. Es parte del proceso de formación de tu identidad.

Sigo creyendo que Mérida es mi lugar, pero Madrid no me parece nada mal; y eso que he pasado malas experiencias, disgustos, atropellos, discriminación y otras cosas malas; pero también aquí me siento casi en casa, no sé porqué, pero así es.

¿Tu, de donde eres?

Andrés, un amigo venezolano vino a estudiar a Madrid en mi mismo curso, ahora está en París emprendiendo otra "temporada" en la serie de su vida. Pensaba establecerse aquí, pero ahora prueba con otra opción.

Conocí un chico este fin de semana que es colombiano, pero hasta los 10 años creció en México, luego fue a vivir a Curaçao, pero actualmente estudia y radica en Estados Unidos.

Yo mismo soy Mexicano, descendiente coreano, nací en Monterrey, pero creí en Mérida, y actualmente vivo en Madrid. No me siento coreano, no me siento regio (gentilicio de Monterrey), no me siento totalmente emeritense y muchos no me relacionan con México hasta que hablo.

"¿Tu, de donde eres?" no es fácil de responder a veces. Pero en definitiva eres de donde te sientes más cómodo. Y lo mismo sucede con los amigos, la mascota, la pareja y tu trabajo; buscas lo que te diga: "de aquí eres".

martes, 3 de agosto de 2010

¿Porqué no te fijas antes?


Seguro te ha pasado que tienes un encuentro con alguien que hace algo tan fuera de los parámetros de la civilización, educación o lógica, que te quedas bloqueado y no sabes si reírte, golpearlo, o escribir en tu blog al respecto. Pues vaya que este tipo de incidencias me han pasado con mayor frecuencia aquí.

Desde viejitos imprudentes y abusivos, hasta jóvenes "iluminados", si olvidar a grupos de personas sin capacidad de tomar una decisión (no los de mi escuela, no se me molesten); todos ellos apuntan que al inicio de mi estancia aquí, sea candidato potencial a tener úlceras gastrointestinales. Insisto, mis diferencias socio-culturales tienen mucho que ver; no digo que alguien esté mal, solo que hay diferencias que a mi me parecen molestas y que seguramente a muchos les parece normal… bueno, ¡los viejitos si están mal!, porque son molestos hasta para los de aquí.

Un día me encontraba en el supermercado. Mientras la cajera pasaba los productos por el scanner, yo los metía en bolsas para agilizar mi tiempo en la caja ya que había más gente esperando su turno de pagar. Una vez que metí toda mi compra a las bolsas, vi que había un par de productos que la cajera había cobrado y que no eran míos; antes de que pasara el tercero por el scanner, le dije que esa no era mi compra. La señora joven que estaba atrás de mi en la fila y dueña de esos productos de más, reacciona y le dice a la señorita de la caja que eran suyos y luego me reclamó: "¿Porqué no te fijas antes?"

Pensé en tantas cosas en tan poco tiempo que solo pude quedarme callado mirándola. Creo que tanta información hizo que mi sinapsis se bloqueara.

Mientras la cajera eliminaba la compra de mi lista de cobro (cosa que no tardó nada y no sé porque la señora se enfadó tanto) pude poner en orden mis ideas:

- "Señora, debió poner la división que ofrece el supermercado y que TODOS ponemos entre cliente y cliente en la banda transportadora."

- "A ver señora, usted estaba frente a la cajera, podía ver como, en sus narices, pasaban su compra por el scanner."

- "Mire vieja, si usted y yo nos distrajimos, ¿No la hace culpable a usted también?"

- "¡No! a usted la hace más culpable porque por lo menos yo estaba ocupado y usted solo estaba parada mirando."

- "¡Sea cual sea el trauma que tu padre te provocó de niña, el resto del mundo no se tiene la culpa de tu victimismo latente; madura a tus 40 años y asume la responsabilidad de tu vida!"

Ya habían pasados los 15 segundos pertinentes para responder e iniciar una discusión y tampoco lo iba a enrolar a una batalla imposible. Así que pagué y me fui tragándome el mal sabor de boca.

Esta experiencia podría resumir la mayoría de las situaciones hostiles que he vivido aquí.

Ya he dejado claro que al principio no estaba acostumbrado a la forma de hablar en Madrid y pensaba que todo el mundo me regañaba; y como el "recién llegado al pueblo" me angustiaba mucho. Aunque ya casi he tomado el ritmo del interactuar diario (ya era hora después de casi un año), toda vía hay personas que superan mis expectativas de la estupidez humana y que salen de los parámetros interculturales.

No entiendo en su totalidad porque hay gente tan a la defensiva, si aquí es menos ilegal consumir mariguana.

Para contrarrestar este post con energía negativa, el próximo martes publicaré otro que equilibrará la balanza.