martes, 22 de marzo de 2011

LA PESETA INOLVIDABLE


Me parece curioso que a poco más de 10 años, no solo los viejitos, (que sería lo lógico) sino que los jóvenes también sigan recordando las pesetas y que hagan conversiones para darse una idea de las variaciones de precios desde esos tiempos hasta hoy.

En México, a principios de los noventas, hicimos un cambio de moneda que consistió en perder tres ceros. Lo que antes eran mil pesos, ahora es uno; así que soy consciente de lo complicado que es acostumbrarse a otra moneda. Recuerdo que no tardamos más o menos un año en adoptar esta nueva nomenclatura, incluso nos reíamos de quienes se seguían confundiendo con este tema. Claro, durante muchos meses ambas monedas circulaban al mismo tiempo.

No es que en Madrid día a día se hable de pesetas y euros al mismo tiempo, pero lo escucho al menos una vez al mes. Incluso hay un supermercado (mercadona) que señalan el precio de un producto en euros y en pequeño, también en pesetas; los viejitos deben estar eufóricos al comprar ahí.

10 años son muchos.

Durante los veranos del año 2001 al 2007, varios grupos de jóvenes de mi iglesia viajábamos y nos establecíamos 9 días en pequeños poblados rurales de Yucatán. Trabajábamos a favor de la iglesia Adventista local y prestábamos servicios a la comunidad de aquellos pueblos. Durante un par de años me tocó ayudar en Uayalké (no se escribe así… pero así suena). Este pueblo tenía dos iglesias adventistas, lo cual era curioso en una comunidad de no más de 1,500 habitantes (y soy generoso). Una hacienda en desuso dividía a la mitad el pueblo y separaba a las iglesias. Dado que habían 2 iglesias, habíamos 2 grupos de jóvenes; los cuales nos ayudábamos mutuamente durante las noches de culto en la iglesia; era extraño, porque citábamos a los feligreses a la misma hora, pero nosotros podíamos cumplir con ambas citas "al mismo tiempo".

La hacienda era una especie de "portal del tiempo", cruzabas por un túnel de 5 metros le longitud y regresabas 1 hora al pasado. Así me gustaba pensar que funcionaba; lo cierto es que no había nada místico en ese túnel. Sino que de un lado del pueblo habían decidido usar eternamente el horario de verano y en el otro, el horario de invierno. Cuando hablaban con alguien (como nosotros) que no sabíamos esta convención, siempre hacían la pregunta: "¿Hora nueva u hora vieja?". Ni intentamos explicarles o cambiar sus costumbres… era caso perdido.

Hay un chistoso paralelismo entre estas dos situaciones. La resistencia al cambio es algo natural en mamíferos, dicen estudios publicados este mes en una revista científica de altos vuelos pero que no recuerdo su nombre. El estudio señala que los gatos experimentan vómitos y conductas agresivas cuando su entorno es inestable y cambiante. Si los gatos sufren así, ¿Cuánto más los humanos que tenemos más conciencia sobre nosotros mismos?

De todas formas, comparar el poder adquisitivo entre el peseta y el euro está fuera de lugar por la distancia temporal. Incluso mi misma moneda, el peso; ha sufrido cambios en su poder adquisitivo. Comprar unas patatas fritas costaba menos hace 10 años de lo que cuesta ahora; pero también ganamos más, así que todo es relativo.

En mercodona escuché a una viejita preguntarle a una empleada del lugar cuánto costaba una bebida, cuando la chica le dijo el precio, la anciana preguntó: "¿Y en pesetas?"; a lo que la empleada tuvo que sacar su calculadora y hacer la conversión. Me pregunto: ¿Cómo saben, después de 10 años, cómo valorar la peseta? Si el peso mexicano cambia de valor todos los días respecto al euro, ¿Cómo lo convierten a una moneda con una década de no existir? Y más importante ¿Para qué saber cuántas pesetas vale, si se paga con euros?

Para terminar, he aquí una exhortación y un adiós:

En nuestro corazón siempre vivirá la peseta, ha sido parte de nosotros, y nosotros de ella. Pero todo tiene su fin. Sus años de existir fueron maravillosos y llenos de gozo, tuvo una buena vida y también una buena muerte, como los justos. Ahora, dejémosla ir y descansar en paz; con la certeza que desde lo alto nos ve y nos protege. La peseta no ha desaparecido, vive en nuestros corazones, pero es hora de ver hacia adelante, seguir caminando y recibir con valor lo que ha de venir; ella hubiera querido que así hagamos. Así que con este sentido adiós, sonriamos a lo que es hoy, sonriamos a ese pequeño euro de nuestros bolsillos y acojámoslo como la herencia y la metamorfosis de vuestra amada peseta.

Amen.


Gracias Keyla por la ortografía.
Feliz cumpleaños Mikelo. A ver si este si lo lees.

4 comentarios:

Insuni dijo...

Yo solo se que a mi me daban mil pesos diario para ir a la escuela y me alcanzaba para un juguito natura y unas papas, y que me daban cinco mil pesos de gastada en el billete de los niños heroes pero de ahi a calcular el valor de ahora es dificil digo si a la gente le pagaban su salario en millones de pesos :P

David Park dijo...

Este viernes me explicaron que realmente el costo de las cosas aumentó dramáticamente al momento del cambio de moneda. Es decir, realmente si fue un cambio que no le combino mucho a España (en este aspecto). Sin embargo, el punto principal es el mismo, 10 años ya es mucho tiempo, dejadla descansar en paz.

Insuni, como siempre con un comentario cerrado, gracias por hacerlo.

Anónimo dijo...

mmm...es cierto que no lo quieren dejar ir y más que nada ,como bien dices tu, las cosas subieron de precio, por eso es que hasta ahora hacen la conversión de euros a pesetas para ver lo que en verdad estan pagando.
La semana pasada mi amiga me comentó que su padre había ganado un jucio y que le daría unos 250.000 € y me dice "no sé cuanto es eso" "no sé para qué alcanza si para un coche o un piso" y yo :S pues te alcanza para comprarte un piso!!!! xD

Pues eso, que será dificil que lo dejen ir a la peseta porque les afecto, y mira que mi amiga tiene 21 años!!

Gery!

David Park dijo...

¿En serio?!!! wow... =S Osea ke el tema es peor de lo ke pensé.

Es como si yo estuviera comibirtiendo a pesos mexicano todo lo ke veo. No lo hago, incluso si lo hiciera tuviera sentido, ya que mi moneda existe y retomaré su uso cuando vuelva a México.

Pero la peseta nunca volverá, no entiendo porqué seguir recordándola ya que no sirve de nada hacerlo. No por saber cuanto pagaban hace 10 años por las cosas hará que vuelvan a costar eso.

Tengo 2 palabras para este tema: "Resginación" y "superación"

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