martes, 30 de julio de 2013

LA NECESIDAD DE TENER UN HIJO - PARTE 3 - HONESTIDAD




En mis 4 años de bloguero nunca había recibido el tipo de retroalimentación que recibí con estos temas de los hijos. Honestamente esperaba linchamientos en la sección de comentarios, esperaba nadar en un mar de etiquetas y juicios contra mi forma de pensar; pero, por el contrario, recibí comentarios de solidaridad y un par de confesiones de afinidad filosófica; en general, fueron comentarios más íntimos los recibidos. Comentarios que no ves en el blog porque fueron el Facebook, pero ahí están y agradezco la confianza... Aunque si se puede, déjalos en el blog =P

Tal vez mi blog no llega a tener un alcance masivo, e incluso ya no tengo las visitas que tenía cuando la temática era España y mis viajes; pero estoy contento por tener a un grupo de lectores como tú que se asoma por aquí habitualmente y comentas cosas sensatas. 

TESTIMONIO

Conversaba con una madre de 29 años sobre este tema de los hijos con sus pros y contras; y ella me dijo algo muy valiente que parafraseo a continuación: 

“Quiero muchísimo a mis hijos, pero si me dieras a elegir, preferiría no haberlos tenido; me trunqué a mí misma mis planes profesionales. Preferiría tenerlos ahora o en un par de años más, pero no cuando los tuve.”

Pocas mamás se atreverían a reconocer que sus hijos son una traba en su vida; que esta mamá lo haya hecho, lo aplaudo; no por el hecho que describe, sino por la honestidad. 

Ya quisiera ver en México que la mayoría de las madres tuvieran ese nivel de honestidad y dejen de ser las “mujeres abnegadas que dan todo por sus hijos y sufren en silencio mientras tejen con mirada melancólica” esculpiendo en la piedra de sus mentes, frases prefabricadas como “Todo lo hice por mis hijos”, chantajeando así a los hijos que tanto dicen amar.  

El primer hijo de mi amiga llegó cuando ella tenía 24 años; al saber que el segundo hijo venía en camino, ella y su esposo tuvieron que soltar un negocio porque sabían que no tendrían tiempo para el bebé extra y el trabajo extra. 

Así de importante es la decisión de tener un hijo. No los tengas si no estás consciente de las consecuencias. Considera lo siguiente: Los bebés son bonitos pero necesitan atención, dinero y una conciencia de lo que es ser buen padre. Punto dos, los bebés crecen, no serán bebés tiernos para siempre. 

CARENCIAS Y METAS

Siguió la conversación con mi amiga de la segunda parte de este tema (la publicación anterior). Le dije lo siguiente:

Davo - Aunque quieras mucho a tus hijos y se vuelvan el centro de tu vida... llega el momento del "nido vacío" y ¿Con qué te quedas? Me gusta la idea de que los papás tengan a los hijos como el centro de su universo, y que su logro más grande sea el ver a sus hijos como personas de bien; pero todo eso debe pasar para complementarte, no para dejar de ser tu misma y pasar a ser "mamá de tus hijos". Esa pérdida de identidad me resulta deprimente. 

Cuentan que tener un hijo es lo mejor que te pasa en la vida, pero tu mejor logro en la vida solo sirve para darte felicidad y seguridad, no para definirte. 

Mi hipótesis es que la mayoría de las personas tienen hijos por inercia social y/o por carencia personal.

Amiga - ¿Carencia personal? Eso no lo entendí.

Davo - "Me siento vacío, o sin metas, así que un hijo es una buena forma de llenar ese vacío y tener una nueva meta."


UNA LUZ AL FINAL DEL TUNEL

Otra amiga me explicó su versión del mejor motivo por el cual tener un hijo. Ella es soltera y sin hijos, pero espera que cuando llegue la persona indicada, las cosas funcionarán así: 

“Confío en que la persona con quien decida hacer mi vida será tan especial, y le amare tanto (y obviamente confiare en que esa persona de igual modo me amará) que el tener un hijo será una decisión de ambos. Y esa decisión se basará en las ganas de terminar de unir aquel amor que nos tendremos y será como la fusión que hará falta para terminar de unirnos.”

Mi amiga no descubrió el hilo negro, pero no he encontrado una respuesta mejor en el mar de razones egoístas que me han llovido. 

Que un hijo sea literalmente la fusión de ambas personas, concebido en un momento de amor y de éxtasis, es poético. La poesía se arruina cuando tus motivos no es "amo" y se convierte más en "necesito". 

Tampoco estoy tachando a quien tiene hijos por accidente, ya que no fue su decisión, estoy haciendo hincapié en las personas que deciden tener hijos. 

Si logras quitarte la inercia social, si logras sentirte como una persona intrínsecamente  completa, si ya haz calculado las consecuencias que implica un hijo, si tienes un lugar físico y emocionalmente cómodo para la llegada del hijo; entonces seguro un hijo será una bendición. 

PD.: Que nadie te presione a tener un hijo, al menos que ese alguien te pague el parto, la escuela, la ropa, la leche, los pañales, la universidad, las niñeras y los médicos; que se despierte en la madrugada para darle leche al bebé cada 3 horas y que te lleve al nutriólogo (nutricionista en España) para bajar los kilos extra adquiridos, que soporte los berrinches adolescentes y lo más importante, que cambie los pañales sucios. Entonces, sí, acepta la presión de tus amigos, de tus padres, de quien sea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Independientemente de.... Me gusto mucho...

Criss

David Park dijo...

Gracias Criss

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