martes, 24 de enero de 2012

CÓMO CRUZAR UN RIO Y NO MORIR EN EL INTENTO




Este post te puede salvar la vida y tal vez hacerte reír. 

Tenía 14 años y estaba de campamento en Oaxaca, un estado al sur de México. En realidad era para personas mayores de 16 años, así que yo fui porque mi papá era el director, no podía quedarme solo en casa. Al no ser participante, tenía mucho tiempo libre. Nos pasaron muchas aventuras, pero ésta coronó el campamento:

Habían mucho ríos cercanos, no entiendo por qué un grupo de amigos más grandes y otros no tanto fuimos a un río que estaba lejísimos, habiendo otros más cerca; el argumento es que estaba mejor que los cercanos. Atravesamos cercas con alambre de púas, una vaca nos seguía, esquivamos mucha caca de vaca también y por fin llegamos al dichoso río que tanto buscábamos. 

Lo habían pintado tan bien que cuando llegamos, el río no era la gran cosa. De hecho, era muy profundo, solo tenía una piedra donde podíamos estar parados, el resto tenía unos 2 metros de profundidad o más y la corriente era muy fuerte. Río arriba habían vacas cruzando de una orilla a otra, nadar en ese momento era asqueroso. 

En Yucatán no hay ríos, hay cenotes (cuevas con agua), así que no estamos acostumbrados a lidiar con agua en movimiento; un par de amigos se dieron cuenta de la manera mala. 

Uno de ellos, Samuel, de 18 años; retó a Douglas (de unos 22) cruzar el río nadando. 

Error 1: Ya sabes cómo son los retos entre los hombres y más cuando somos muy jóvenes; aceptas por orgullo. 

A los que estábamos en la orilla nos pareció muy mala idea, pero ver el show prometía mucho. 

Así que Samuel y Douglas empezaron a nadar hasta la otra orilla. Todo iba bien en los primeros 30 metros, pero cuando llegaron a lo más caudaloso del río se dieron cuenta que estaban muy cansados y que no llegarían a la otra orilla. 

Error 2: Comenzaron a nadar contracorriente. 

Allí fue cuando nos dimos cuenta que estaban en problemas. Les gritábamos que nadaran a favor de la corriente para avanzar más rápido hacia la orilla de manera diagonal, (cosa que aprendimos en las clases de campismo inferiores a las que se supone que ellos tenían) pero la desesperación es canija y te vuelve irracional; no cambiaron su dirección.

Error 3: Entrar en pánico.

Para este momento, todos estábamos asustados, ya estábamos ideando maneras de llegar hasta ellos y rescatarlos, pero el que pudiera llegar podría correr con la misma suerte. No sé como es que a alguien se le ocurrió decir: "¡Intenten ponerse de pie!"

La verdad me pareció la idea más absurda, obviamente si se están ahogando es porque no pueden pisar el fondo del río. Pero una vez más, la realidad supera a la estupidez. Samuel hizo caso a la obvia y aparentemente sarcástica sugerencia; y resulta que pisó el fondo, el agua le llegaba al cuello. Todos en la orilla morimos de risa, de esas risas que son una mezcla de muchas cosas: Risa nerviosa, risa burlona hacia los que se ahogaban sin razón, risa de nosotros asustados por nada, risa de Douglas que no sabía que estaba a salvo y seguía luchando por su vida.

Samuel estaba atrás de Douglas, así que éste no podía ver que su compañero de aventuras caminaba hacia él, y después de varios gritos de Samuel diciéndole: "¡Douglas, párate, sí pisas!"; se puso de pie. 

Descansaron por un tiempo hasta recobrar las fuerzas para regresar. A escasos 4 metros de llegar a la orilla, Samuel se acalambra, y esa zona de la orilla si estaba profunda. 

Error 4: Heroismo sin preparación.

Al ver que Samuel se podría ahogar (de nuevo) el mayor de nosotros se tiró para salvarlo. Llegó a él y a mitad de camino, se acalambró también. Para ese entonces Samuel ya se había recuperado y él terminó salvando al salvador. 

Eramos como una película Robert De Niro, donde todo era peligrosamente absurdo y divertido.

Aquella noche, contamos nuestra aventura durante la cena en el campamento; todos rieron mucho. Desde entonces, en nuestras charlas de nostalgia por los campamentos, siempre aparece la frase: "Douglas, sí pisas." 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno!! jajajaja lo tomare en cuenta!! como he reido tanto que mi peke ha venido a ver porque rio tanto :) jajajaja
Sigo pensando que tu blog es geniaal!!!
Lara.
Bendicionees!!

David Park dijo...

jeje ke padre lo de tu hijo =D
Gracias por tu opinión sobre el blog, pasa la voz ; )
Saludos!

Anónimo dijo...

segro que paso la voz, solo como aclaración: la peke es mi pekeña! :) y es hermosa!!

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