martes, 24 de diciembre de 2013

MI NAVIDAD EN COREA


(Nota como le ponen una cruz al arbolito en vez de una estrella)
Sin duda una navidad fuera de casa es una experiencia extraña, tal vez ya no soy el niño que adoraba esta fecha, tal vez ya no me divierto porque ya no recibo juguetes ni reviento bombitas; pero navidad es navidad, quiero estar en casa en la cena familiar aunque me aburra. 

En el 2006 viví mi primera navidad fuera de casa y lejos de familiares, en realidad fuera de México; fue en Corea, como lo dice el título de esta publicación. 

Soy descendiente coreano, y mis mejores amigos (descendientes coreanos) y mi novia en aquel entonces (que no es descendiente pero fue) viajamos a éste país con los gastos pagados. Se trataba una especie de excursión publicitaria que una escuela financió. Fue un viaje muy especial en muchas maneras, primera vez en Asia, primera vez de viaje con esos amigos, primera vez que vi y toqué la nieve, primera vez que usé un inodoro automatizado que calienta el asiento y te hecha un chorrito ya sabes donde para asearte. 

El 24 de diciembre nos llegó allí y fue un día de esparcimiento, patinamos en hielo, jugamos fútbol y fuimos de compras a un mercadito. En la noche, nos esperaba una cena especial… eso nos dijeron. Los organizadores pensaron: “Démosle algo occidental a los chicos para que se sientan como en casa en esta fiesta rara que ellos celebran” ¿Sabes que nos dieron? … Espagueti … alguien debería haberles explicado que el espagueti es italiano … y además de eso, sabía muy raro… era una combinación entre espagueti y alguna comida coreana, no sabía si ponerle salsa inglesa o salsa soya… estuvo horrible. 

Los coreanos no celebran la navidad porque allí la cultura budista es tan influyente como aquí en México la cristiana, así que esta fecha no es una festividad para ellos.

Como mis amigos y yo veíamos venir eso, hicimos un plan de contingencia para cenar algo agradable… nuestro plan no sonará muy bueno pero fue mejor que el espagueti; se trataba de sopa de vaso coreanas que nos gustan, botanas, sangría y vino (para lo que deseaban brindar). No nos juzgues, conseguir eso en Corea en nuestras circunstancias tuvo su grado de dificultad.

Días antes planeamos nuestro intercambio de regalos para tener una navidad completa. También teníamos un juego UNO para entretenernos porque la consigna era no dormir, ya que el 25 debíamos estar a las 7am en el aeropuerto para regresar a México.

El plan se llevó a cabo y fue una navidad muy bonita a pesar de que el panorama no pintaba muy bien. Al fin de cuentas yo estaba con buenos amigos, mi novia y una prima; un primo que se fue de estudios allí me visitó; y estaba en el país de mis ancestros, ¿Qué más podía pedir? … una comida decente hubiera sido buena idea… pero está bien, no se puede todo. 

Tres años después tuve mi segunda y tercera navidad fuera de México, ahora en España, las circunstancias eran distintas, pero nunca me faltó gente amable que me brindara su techo y el calor familiar que se necesitan en estas fechas. Si sabes de alguien que está solo, sé la personas que la rescate; puede ser algo sumamente importante para ella.


Lo más loco del mundo fue que salimos de Corea el 25 de diciembre a las 7 a.m. y después de un viaje de 19 horas, llegamos a México el 25 de diciembre a las 5 p.m. Fue como viajar en el tiempo justo para alcanzar el recalentado. 

2 comentarios:

Publicar un comentario