martes, 6 de septiembre de 2011

BIBLIOTECA SIN LIBROS




La última vez que fui a la biblioteca de Mérida (México), fue cuando estaba en la secundaria, hace más de 12 años. En el bachillerato descubrí el internet en casa y la enciclopedia Encarta (que era una enciclopedia en discos compactos); a partir de allí, la vida fue más fácil. Tal vez en ciertas coacciones fui a la biblioteca de mi universidad, pero fue algo esporádico, quizá una consulta rápida; pero si  entraba allí, la razón era para usar el internet de los ordenadores (computadoras).

Hay de carreras a carreras. Unas requieren que seas un "disco duro", que solo almacenes información como robotito; otras (como la mía) requiere información aplicada a la creación; algo así como un "procesador". Los que son discos duros se burlan de los que somos procesadores, y lo que somos procesadores, menospreciamos a los discos duros. La verdad es que debemos ser un poco ambas cosas; con el tiempo lo vas aprendiendo.

Si eres más del tipo "disco duro", esto te gustará:

Las bibliotecas de la ciudad o de las universidades en Madrid son muy concurridas. ¿Y cómo no? Por lo menos la de la universidad complutense, campus moncloa es muy bonita, y está repleta de jóvenes concentrados en lo suyo. Ver a unas 100 personas leyendo y estudiando motiva.

Lo primero que noté al entrar es que esta biblioteca no tenía libros. Era más un lugar de estudio; no sé porqué le llaman biblioteca:

La palabra "biblioteca" proviene del latín bibliothēca, que a su vez deriva del griego βιβλιοθήκη ('bibliothēke'), la cual está compuesta por βιβλίον ('biblíon' «libro») y θήκη ('théke' «armario, caja»). Es decir, hacía referencia al lugar donde los libros eran guardados.

Pero bueno, si hablamos de cosas incongruentes; los que llevan generaciones y generaciones viviendo en Mérida usan la palabra "buscar" para referirse a "buscar" y "encontrar" y no los sacas del error ni con diccionario en mano, así que  todos tenemos cola que nos pisen. 

Entonces, si no habían libros en la biblioteca, significa que vas a ese sitio para estudiar sin distracciones de televisor, internet, padres, hermanos, etc.; y también aprovechar para ver a tus amigos. El concepto es bueno. 

La biblioteca tiene áreas con mesas bajas y unas sillas/sofá por si solo necesitas leer cómodamente sin tener que escribir. 

Ver un lugar así hasta el tope e incluso con gente que no encontraba sitio para sentarse, es admirable; las bibliotecas suelen tener espacio de sobra, pero este lugar es es todo lo contrario. Claro, si el lugar está lleno en verano significa que está lleno de gente que no aprobó alguna materia, así que no necesariamente todos están tan comprometidos con los estudios como pudieras suponer; aunque me cuentan que no aprobar una o dos, es lo normal. 

Todo eso lo convierte en un sitio de concentración muy bueno, bonito y gratuito; solo le falta tener una cafetería para ser perfecta. ¡Me olvidaba! había una conexión de unos 12 Mb/s! Nunca había navegado a tanta velocidad; volveré esta semana.

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