martes, 22 de noviembre de 2011

TOP 5 - COSAS QUE NO EXTRAÑO DE MADRID



Aunque es evidente que atesoro buenos recuerdos y experiencias muy entrañables de mi paso de dos años en Madrid, no todas ellas fueron buenas. Hasta las cosas malas me dejaron lecciones y  el gusto por apreciar lo que tengo en Mérida (México). Así como la semana pasada te escribí sobre las 5 cosas que más extraño de Madrid, ahora haré lo mismo pero de las 5 cosas que me alegra ya no tener. 

COMIDA

"La comida" era mi respuesta automática a la pregunta "¿Qué es lo que más extrañas de México?

Ante lo caro que puede ser Madrid par aun mexicano, mi lista de sitios para comer era limitado; tampoco tenía muchos amigos a los que les gustara innovar a la hora de probar nuevos sitios, así que las opciones eran limitadas por los dos flancos. 

Aunque todo lo que probé en España lo comí con gusto, no hubo nada que me arrebate el corazón y que me haga suspirar al recordarlo ahora estando en Mérida. Pero estando ahí, si anhelaba probar algo de mis restaurantes favoritos de mi ciudad. Insisto, todo me gustó, pero nada me enamoró. 

Como he escrito en otras ocasiones, la comida es muy importante para alguien de México; y la hora de ésta es "sagrada" también.Me di cuenta de esto cuando yo era el único que recibía con una pregunta a algún amigo que viajó a otro país: "¿Y cómo está la comida?"

Y aquella pregunta me la hacen hasta el cansancio al estar en Mérida. Para nosotros la comida es un deleite que determina mucho en la calificación global de un sitio. Si le pides a cualquier mexicano que te de la referencia de una ciudad o país, te aseguro que dentro de las 3 primeras características te menciona la comida. 

Madrid me enamoró de muchas maneras, pero no por su comida. En cambio, creo que ya debo medirme con la cantidad al momento de comer aquí.

CUIDAR MI ACENTO

Con el tiempo aprendí a dejar pasar que mi acento mexicano le cause risa a medio mundo; me costó unos meses lograrlo, pero se pudo. 

En Mérida nos gustan los acentos extranjeros (y con eso englobo incluso a los que no son de la península de Yucatán), tanto así, que hasta notaba un aire de desilusión cuando mis amigos de Mérida notaban que no se me había pegado el acento español. 

En Madrid, por instinto de supervivencia, trataba de no distraer a mis interlocutores haciendo el acento más neutro que podía para que la información (que es lo importante en una conversación) no se viera eclipsada por la entonación. Lo que en comunicación llamamos, "que la forma no estorbe al fondo". 

Es un alivio llegar a mi tierra y hablar como se me de la gana, con la libertad y soltura que quiera, y saber que si se me llega a escapar una palabra como "coger", a la gente no le importará.

CONVIVENCIA EN LA CASA

Era afortunado al estar en el piso en el que vivía en Madrid, tenía los fines de semanas solo en casa, y a veces una semana entera; sin ruidos, con una vista genial y en un barrio muy bonito. Sin embargo, nada como estar en mi propia casa, sin tener que preocuparme por lo que me cocinaré; sin tener que planchar, sin que lavar sea mi responsabilidad directa, con mi televisión, mis espadas, mesa de dibujo, adornos y juguetes (sí, tengo juguetes, son de colección). 

Hablo de esa comodidad de relajarte y poder salir a la cocina por agua en ropa interior sin ningún problema. De no incomodar al pasar por la cocina cuando las otras personas del piso tienen visitas o están usándola; ya que aquí, es mi casa y no hay nadie más que mi familia. 

Este aspecto de la vivienda es el que menos me gusta del estilo de vida Madrileño, y uno de los que más disfruto aquí.

CUIDAR LO QUE DIGO

Ya había comentado en otras publicaciones que en España no acostumbran usar hipérboles al hablar. Por lo tanto, el decir: "Las mujeres no maneja bien" equivale a gritarle "Nigga" a un afroamericano en pleno Bronx, Nueva York; y no solo por que se enciende la alarma anti-machismo, sino que también se enciente la alarma anti-generalizar. 

Así que me regodeo en hacer chistes generalizando; en hablar sin que alguien me lleve la contra solo por el placer de hacerlo, o por reflejo inconsciente.

QUEDAR CON LOS AMIGOS PARA HACER ALGO

No recordaba lo bonito que se siente hacer planes e informar a los demás del día, la hora y el lugar de la reunión; y que no tardemos media hora en decidirlo y luego en cambiar algún parámetro solo porque una persona del grupo no puede o no le gusta la idea. 

En Mérida, si alguien no le acomoda el plan, simplemente avisa que no va (aunque aviar es un buen hábito que no muchos tienen) y no pasa nada. Por su puesto que se busca facilitarle las cosas a la gente, pero el punto que quiero expresar son los planes hechos ágilmente. 


Y a pesar de todo lo dicho, toda vía tengo ganas de volver. 

4 comentarios:

Insuni dijo...

Pues hombre, que si se te escapa la palabra coger lo mas seguro es que te ganes un albur XD
Lo mismo que tu coche de dos plazas XD
Ntc, de una que otra broma no pasa, y hablando de quedar con los amigos, me temo que quedarw mal para xmatkuil jeje

Anónimo dijo...

Cómo siempre tu artículo está genial, pero fíjate cuando volví a mi país tenía que cuidarme el acento (llevo fuera 10 años), eso me desilusionó porque estoy orgullosa de mis raíces y me sentí extranjera en mi propia tierra. Quiero decirte que nosotros también queremos que vuelvas. Un besito y bendiciones.

David Park dijo...

Insuno, pero lo que les causó cuando dije "dos plazas" no se compara a lo que vivía ahí; así que no pasa nada, ya tengo callo.

Pues no hemos quedado en nada para xmatkuil, habría que volver a plantearlo.

David Park dijo...

Anónima, no olvides en poner tu nombre (bueno, si quieres).

Muchas gracias por comentar y por el contenido del comentario =) Parecerá muy simple, pero el que compartamos experiencias similares, sirve para que me motive a seguir escribiendo y espero que a ti también para seguir leyendo.

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