martes, 27 de diciembre de 2011

EL ESPAÑOL DE MÉRIDA



La vida entera es como un temario de clases, una lista de lecciones por aprender; pero cada quien obtiene esas lecciones según las circunstancias que se crea. Por eso, aunque tus historias y las mías sean distintas, podemos coincidir en las conclusiones.

Bienvenido a la tercera temporada de mi blog. Madrid ha quedado atrás en la temática general y ahora te contaré sobre el viaje que todos hacemos juntos; la vida.

Nuestro idioma (El castellano o español, como se le conoce internacionalmente) varía tanto que se vuelve difícil de entender si viajas lo suficientemente lejos de tu país. Escuchar a hablar a un argentino con todos sus modismos hace complicado descifrar el mensaje, a un español no solo no le entenderías muchas palabras, sino que el mismo acento dificultaría entablar una conversación fluidas principio. Todavía recuerdo que durante la primera semana de clases en Madrid, cada vez que un maestro se presentaba, mi amigo venezolano y yo casi no entendíamos los primero 5 minutos. 

El castellano de México es más entendible para muchos gracias a las telenovelas que exportamos; de esa manera conocen nuestros modismos y acentos. Sin embargo, incluso entre mexicanos, podemos tener confusiones por el lenguaje tan distinto según las regiones, ya que México es muy grande territorialmente, como te conté antes, casi media Europa cabe en México.

Pero si hablamos de variantes del español, sin duda el que hablamos en todo el territorio de Yucatán es el más difícil. 

El estado de Yucatán estuvo dominado por la cultura Maya hasta la conquista; hoy en día no encuentras gente 100% maya, pero hay quienes se acercan mucho a ese porcentaje. Lo que sobrevive de esa cultura es la lengua, sus ruinas y su influencia en las comidas; pero la lengua llegó para quedarse. 

En nuestra región usamos muchas palabras mayas, y nuestro acento suele tener ese ritmo y cadencia. En realidad somos un desastre, si Cervantes viviera y nos escuchara, se volvería a morir. Pero es un desastre divertido.

Entre el vocabulario autóctono y el mal español que se usa, puedes encontrar frases como: 

- "Lo estoy buscando, pero no lo busco." 
Traducción: "Lo estoy buscando, pero no lo encuentro."

- "Estaba gustando televisióm."
Traducción: "Estaba viendo televisión."

- "Préstale su ropa."
Traducción: "Pídele prestado ropa."

Ésta me gusta mucho: "¿Estás mamado gallo?
Traducción: "¿Presumes que estás fuerte? o también puede aplicar el "mamado" a un borracho al preguntarle si ya ha tomado mucho.


En cuanto a las palabras mayas, puedes elaborar frases como:

-"Me estoy huixando."
Traducción: "Me estoy orinando."

-"Eres más huiro."
Traducción: "Te avergüenzas con facilidad."

También hay construcciones gramaticales muy raras y palabras únicas:

-"Aporreó la puerta."
Traducción: "Cerró la puerta con fuerza."

-"¿Y cómo así?"
Traducción: "¿Cómo pasó eso?

-"Ahístá ella."
Traducción: "Allí está ella."

Así como en Madrid, a la gente le daba risa mi acento mexicano, cuando visito a mi familia en Monterrey, se divierten con mi acento yucateco; es una situación que me sigue a donde vaya. 

Por otro lado, el yucateco es querido en todo México, se le considera una persona alegre y chistosa. Y es verdad esta fama, ya que la ciudad de Mérida es muy segura y tranquila; así que no se crean todo de las noticias. 

El castellano es un idioma muy rico; tal cosa se debe no por la cantidad enorme de gente que lo tiene como lengua madre, sino por la amplia región habitada por ellos. Celebremos nuestra diversidad en vez de criticarla, ya que en algún momento serás minoría, y entonces… ¡Me vengaré! =P

4 comentarios:

Insuni dijo...

Te falto un clásico: hay heladez
Pero tal vez es por que aun no te aclimatas de nuevo XD

David Park dijo...

jeje es verdad

Anónimo dijo...

te falto el famosisimo "negociante"

David Park dijo...

Faltaron muchas cosas, pero solo fue para que se dieran una idea de lo raro que hablamos.

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