martes, 18 de enero de 2011

LA GENTE MIRA INCÓMODAMENTE


Me ha pasado unas cuantas veces que en el supermercado algún niño de 3 o 4 años me mira (a todos nos pasa, es lo normal), tal vez ese día llevaba ropa de colores llamativos, tal vez era lo más interesante para ver en comparación a la fruta; vaya, es de esperar que un niño sea curioso, a esa edad están descubriendo el mundo.

Lo extraño es que luego las mamás reprendan al niño por mirarme; le dicen: "Deja en paz al chico", o "No mires así a la gente". Me parece raro, ¿A quién le puede importar que un niño lo vea?

Lo más raro, es que hay muchos adultos que deberían tener una mamá como estas para que les enseñe que no es bueno mirar a las personas, sobre todo si tienen más de 40 años. Perdón, pero solo me ha pasado esto en Madrid.

Son personas de este rango de edad las que he visto que me ven como si me reconocieran como el asesino serial de las noticias. Es rarísimo.

Otra vez la estación del metro de plaza de castilla (tanta incidencia en este sitio ya me da mal rollo); en esta ocasión estaba peinándome en el espejo que usan los conductores del metro para ver al andén; cuando me volví hacia atrás al sentir una mirada taladrándome la nuca; era un guardia que estaba en el andén de enfrente. Me miraba con malicia. Retiré la vista por un instante y volví a probar si mi primera impresión era correcta; y sí, allí seguía caminando y mirándome fijamente. A estas alturas ya era una declaración de batalla de miradas, así que desenvainé mi espíritu competitivo (combinado con una mala semana) y acepté el reto. Se me hicieron eternos los 5 segundos que luchamos, pero al final perdió (¡JA!); el señor hizo un gesto con la cabeza de menosprecio; solo para lanzarme una última mirada antes de perderse por un pasillo. ¡Demasiado tarde viejo! ¡Ya habías perdido!

La teoría de Geraldine (una amiga peruana que logra empalizar con esto) es que a veces esas personas lanzan el anzuelo a los extranjeros para después abordarlos y pedirle sus papeles; esto por el asunto de la ilegalidad de residencia.

Sea como sea, y no importando sus motivos... estúpida gente desagradable.

Redacción: Yo.
Revisión: Keyla Cervantes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No nos importa que un niño nos vea porque inconscientemente sabemos que es una mirada franca y abierta, lo cual consideramos como un signo de sana curiosidad por el mundo.
Y no es raro que una madre o padre le diga a su hijo que deje de mirar, total le están enseñando el modelo.

Mantener el contacto ocular se hace por diversas razones, en tu caso era un incidio de buscar información (al inicio) luego derivó en que el guardia quizó intimidarte.

Me has nombrado!!!! :) solo espero que no se me lancen al cuello jejejejje

Gery!

David Park dijo...

No, está bien, ke se te lancen al cuello, así habrá pelea y más visitas a mi blog XD

Gracias por los aportes.

Insuni dijo...

No se pero a mi me pasa completamente lo contrario, el otro día me subi en una combi completamente llena, ya sabes que ahi tienes personas de frente y a los lados pero lo mas curioso fue notar como deliberadamente al menos la mitad de las personas presentes evitaban mirarse los unos a los otros, y si llegaras a cruzar la mirada con alguien en seguida la desviaban, no digo que sea para quedarte viendo a alguien que no conoces pero en una situación de ese tipo (en la combi llena), por que sentirte tan incomodo con una mirada.

David Park dijo...

Si, bueno, eso ke cuentas es lo habitual también akí. El tipo de experiencias a las que me refiero es un primer contacto visual; es decir: yo estoy en el ascensor, y cuando se abre la puerta la persona que va a entrar me ve como con miedo, estrañesa o algo así. Está bien ke estoy feo, pero no es para tanto =P

Insuni dijo...

uhm no te subestimes XD

RODCAF-X dijo...

uy, le gustaste al guardia, jejejeje, esas miraditas, cochinote este.

saludos bro.

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